Marco A. Vázquez
13/02/17
México vibra…
La pancarta era agresiva a más no poder, le debió dolor mucho al Presidente, igual a Donald Trump, vaya, creo que no esperaremos mucho para ver caer la renuncia de ambos porque además le dedicaron una a cada uno con la misma leyenda.
Era obvio que aparecerían leyendas de ese tipo por más light e intelectual que pretendieran hacer la marcha, se acaban de dar cifras que identifican al salario más deteriorado, que la inflación, es decir, que aumentaron los precios de productos de la canasta básica y servicios, fue la más alta en 17 años.
Quizá por ello las pancartas las respaldaban muchos, miles de manifestantes que marcharon en la Ciudad de México, fueron tantos que muy pocos medios se atrevieron a dar estimaciones, se trató de la marcha «México Vibra» donde participaron grupos tan disímbolos como el liderado por el Rector de la UNAM, Enrique Graue, que proponía no buscar culpables de tantos agravios que nos han hecho, olvidarnos de los «gasolinazos», la inseguridad, violencia, inequidad, pobreza y todos nuestros males para unirnos en contra del enemigo común, en contra de Donald Trump.
No todos se tragaron el cuento, la gran mayoría se acordó de nuestra inflación, la violencia, inseguridad, están ciertos de que si bien allá está nuestro enemigo el ejecutor lo tenemos en la Presidencia de la República.
Parece que ya rayamos en la locura, representantes de universidades, pensadores, intelectuales, líderes sociales, artistas y mucho pueblo protestando contra Donald Trump y no fue todo el show de domingo, el día lo aderezó Andrés Manuel López Obrador desde una plaza en Los Ángeles a donde acudió para ir a hablarle a los paisanos.
Da la impresión que de pronto queremos unirnos para hundirnos, pretendemos irnos todos contra Donald Trump sin entender que todos nuestros males, o por lo menos el remedio de los mismos, lo tenemos en México, en la política, en meternos a gobernar para que los presupuestos se manejen de manera correcta, haya más decencia a la hora de ejercerlos, se sirva a quienes menos tienen para que se logre equilibrar el país.
Por supuesto que el pueblo unido jamás será vencido, pero no debemos unirnos a falsos profetas, a motivadores del sistema que pretenden llevar agua a su molino para conservar el poder, los presupuestos, para desviar los odios de la gente hacía el extranjero, para culpar de toda nuestra pobreza, miseria, inseguridad, corrupción impunidad, violencia y demás a un hombre que apenas tiene unos días como presidente de los Estados Unidos.
Somos pobres desde que tengo uso de razón, la corrupción en este país es ancestral, tan solo la violencia y la inseguridad la padecemos de 20 años a la fecha, y es obvio que mientras no entendamos eso seguiremos cayendo en la trampa del sistema de culpar a otros de lo que aquí nos han hecho.
Sí, es tiempo de enviar un mensaje de unidad pero a nuestros políticos, es tiempo de hacerles sentir que cuando hagan mal las cosas los vamos a mandar al diablo, cuando nos roben los vamos a exhibir y meter al «bote», cuando protejan a la delincuencia los vamos a quitar de sus puestos de poder para que se entiendan con ella en la calle y sean combatidos por la autoridad como lo que son.
Lo cierto es que necesitamos liderazgos reales, mujeres y hombres que en realidad puedan ver los problemas del país y sepan cómo combatirlos, la marcha ayer nos exhibió muy pobres en ese sentido.
Ya sé, quizá sigue con el morbo de lo que decían las pancartas que le comenté al inicio de la colaboración, las que más lucieron en la marcha «México» Vibra, una de ellas rezaba “inche Peña”, y sí, la otra tenía la misma palabra pero con el apellido de quien gobierna los Estados Unidos.
En otras cosas… Mil 095 personas repatriadas por los puentes internacionales de Tamaulipas durante el 2016, se atendieron con el Subprograma Repatriados Trabajando, que opera la Secretaría del Trabajo de Tamaulipas, en coordinación con el Servicio Nacional del Empleo.
El traslado a su lugar de origen y el ofrecimiento de oportunidades laborales, fueron parte de las acciones emprendidas, en las que se invirtió 1 millón 660 mil 573 pesos, buscando que beneficiarios lograran de manera integral, alternativas de sobrevivencia y desestimular su interés por regresar a los Estados Unidos.