Marco A. Vázquez
9/01/17
Es huérfano…
Diputados federales tamaulipecos presumen llegar en bicicleta a su chamba, al Congreso en la Ciudad de México, otros se toman selfies en el metro o en el transporte público de aquel lugar para luego afirmar que de esa forma estarán saludables y el aumento a la gasolina les valdrá una pura y dos con sal.
Otra diputada federal, tamaulipeca, Yahleel Abdalá de Nuevo Laredo, combate el mentado gasolinazo visitando gasolineras, según ella, para verificar que respeten el precio lo que en buen cristiano significa que de legisladora pasó a ser verificadora de la Profeco.
Lo real es que los legisladores de la bicicleta y la selfie en el transporte público de la Ciudad de México en su vida andarían recorriendo las calles de este Estado de la misma forma, saben de lo peligroso que resulta desafiar conductores estresados, que intentan rebasar a cada instante y que poco o nada respetan a los que viajan en bicicleta o moto y de los micros y taxis mejor ni le hablo.
También es real que la gente no se queja de que las gasolineras no respeten el precio oficial porque todas lo hacen, además de que sabemos que los empresarios del ramo no tienen la culpa del mismo, por eso resulta enojoso y ridículo lo que hace la otra diputada, la neolaredense Abdalá que visita las expendedoras comprobando, según ella, que el precio sea el establecido, la legisladora no quiere entender que la irritación social la causa el gasolinazo, lo desproporcionado del mismo.
Así, mientras los diputados se burlan de su pueblo y sacan lo mejor de sí para provocar odios contra el gasolinazo, mientras en las mismas andan casi todos los políticos, todavía es fecha que en las altas esferas del poder nadie se pone de acuerdo y se hace responsable del mismo, unos dicen fue el Impuesto Especial a los hidrocarburos, el mentado, IESP, otros que la reforma energética, el gobierno lo atribuye a los precios internacionales, la competitividad y que ya era mucho subsidio, la gente, el pueblo que nunca se equivoca, culpa a Enrique Peña Nieto, diputados y senadores.
El caso es que ninguno de ellos se siente el padre de tal responsabilidad y resulta que el gasolinazo es huérfano, no solo porque no tiene madre como sus creadores sino porque causará un desastre en la economía de todos los mexicanos, más en la clase trabajadora que tiene coche ya que debe pagar más cara la gasolina y también tendrá que soportar aumentos en los productos de la canasta básica.
Grave problema de este país cuando sus políticos no son capaces de comunicarse con el pueblo, cuando sin piedad le asestan un golpe a los bolsillos de la clase trabajadora condenándola, casi, a la pobreza en corto tiempo, a sufrir cuando se tenga que empezar a endeudar porque ya no le alcanza para la despensa o el pago de colegiaturas de sus hijos, o simple, para pagar la gasolina y llevar a su esposa al trabajo, los hijos a la escuela y acudir a sus labores diarias.
Ahora, lo realmente peligro es que el gasolinazo incendie al país, las imágenes de manifestaciones dan la impresión de que despierta el México bronco, estas alturas una revolución ya es cosa que no resulta descabellada ni lejana, la prueba es que ya son 17 Estados donde se registran protestas pacíficas y en por lo menos cinco de ellos hubo disturbios, saqueos de tiendas departamentales, quemas de autos, tomas de oficinas y gasolineras.
¿Viene una revolución?, ojalá y no, un disturbio de mayores dimensiones nos dañaría a todos, empezarían a emigrar los capitales extranjeros dejándonos sin empleo, los políticos también se llevarían su dinero a donde lo vean seguro y los empresarios comenzarían a abrir sus negocios en Estados Unidos o en cualquier otro país del mundo que les acepte sus dólares.
Hasta hoy parece una exageración hablar que el pueblo puede tomar las armas, sin embargo el gobierno no hace nada para calmar su enojo, peor el asunto cuando cada explicación que salen a dar los hunde más, cada acción que realizan provoca mayor coraje y ganas de salir a las calles a la protesta.
También gran culpa de esto la tienen los legisladores federales que de pronto se han quedado sordos y mudos, que no se les encuentra en ninguna parte, que no son capaces de salir a la calle a explicar nada de lo que han hecho y ahora tiene a este país al bordo del colapso.
Hoy el gasolinazo es huérfano, no tiene madre, pero también los son el presidente, sus secretarios, y la gran mayoría de los legisladores que están menospreciando al pueblo, que creen que lo peor que les puede ocurrir es perder el voto que ya no necesitan o tener que irse a vivir a un país donde se puedan gastar los dólares con tranquilidad, no, lo peor que puede pasar es que este México se convulsione, y créalo, para allá vamos en caso de que sigan ignorando el daño que causan por ayudar a los que han de entrarle a ese negocio de las gasolinas o, ¿usted cree que en verdad México no tiene capacidad para producir lo que necesita su pueblo en materia de energéticos?, cierto, se están pasando de vivos.
En otras cosas… Empresarios y organismos participantes en la estrategia de seguridad Tamaulipas respaldaron al gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca en esa materia y confiaron que pronto regrese la tranquilidad al Estado.
Aplaudieron el discurso de no dar marcha atrás en el trabajo luego de las bajas que sufrieran la Procuraduría del Estado, más cuando el gobierno dijo que el tiempo es de determinación y acabar con simulaciones.
El rector Enrique Etienne Pérez del Río destacó que la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), sus facultades, unidades académicas y escuelas, están impulsando un trabajo sin precedentes en todas sus áreas de la academia, la investigación y vinculación.
En el marco del tradicional saludo de año nuevo con los universitarios en esta capital, Enrique Etienne ponderó los logros de la Universidad en los tres años de su gestión, señalando que lo principal ha sido la positiva transformación y avances de la UAT.
“La universidad todos los días está sacando logros académicos y de investigación: ya sea personales, de grupos académicos, de sus facultades y de la Universidad en general. No hay una facultad que no esté pensando cómo mejorar; en tener cuerpos académicos; cómo avanzar en investigación; en tener más investigadores; ese es el quehacer ahorita de la Universidad”.