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CENA DE NEGROS


Marco A. Vázquez

6/01/17

Saqueos…

Por supuesto que el pueblo está enojado, tal vez más que eso, el dólar casi a 22 pesos, la gasolina a un precio que nadie alcanza y vienen otras alzas a productos de la canasta básica que dejarán con hambre a toda la clase trabajadora, que nos dejarán sin la posibilidad de comer carne, jamón, leche, tortillas, entre otras cosas.
Pero el pueblo no tiene alma de ladrón, al contrario, está hasta el tope de la violencia, de muertos y más muertos y quizá por ello nazca la duda sobre si los saqueos a tiendas departamentales sean obra de los inconformes.
La duda crece cuando en las redes sociales circulan acusaciones sobre dichos saqueos, dicen que están planeados por gente de gobierno para desprestigiar el movimiento, para que la gente los vea mal y ya no haga más caso a los llamados de protesta y no pagar impuestos para que se le dé reversa al gasolinazo.
Se leen y escuchan bastante macabras algunas versiones que se difunden en el sentido de que la policía le pagó 800 pesos a cada uno de los que se prestaron para cometer acciones vandálicas, saquear tiendas, golpear personas, quemar autos.
También resulta bastante perversa la idea de que todos los gobiernos se pusieron de acuerdo para provocar a los manifestantes a realizar actos reñidos con la ley.
Puede suceder, claro que puede ser verdad la versión, por estúpida y perversa que se escucha, de que los policías pagaban 800 pesos a los delincuentes para que fueran a vaciar tiendas a cambio de que les entregaran las credenciales de elector y regresaran por ellas con pruebas de sus actos, se lee o escucha muy fumada, pero puede ser.
El problema, de ser cierta la versión, es que el riesgo es bastante grande para el gobierno, el ejemplo puede tomarse en muchos más Estados y aplicarse en contra de empresas que generan empleos y alientan la economía de las ciudades, para paralizar al gobierno, para obligar renuncias o quizá el inicio de una nueva revolución, un movimiento armado de la gente contra su gobierno.
El afirmar que es alto el riesgo, en caso de que el gobierno organice a esos vándalos, nace de que en este momento en México no existe liderazgo, la gente ya no cree en nada ni en nadie y provocar manifestaciones violentas con el objetivo perverso de crear enojo en contra de quienes se manifiestan por la inflación y los gasolinazos puede ser contraproducente, puede tomarse como ejemplo y el pueblo quiera hacerse justicia con propia mano y ya nadie lo frenaría para acabar con lo poco que tenemos de autoridades.
Obvio que existen muchas cosas para dudar que sea el gobierno quien esté provocando el problema, saben de la realidad del país como para echarle gasolina a la hoguera, tampoco se les ve capacidad para una acción de ese nivel en diferentes Estados de la República.
De todo lo que sucede con el gasolinazo y los saqueos de tiendas y empresas lo único cierto es que el pueblo pagará las consecuencias otra vez, los impuestos servirán para reponer los daños, habrá más pobreza y más familias que sufren porque el gobierno a alguien tendrá que mandar a la cárcel, y si, nada hará cambiar la decisión del gasolinazo.
Violencia, vandalismo, saqueos, protestas, nada hará cambiar Enrique Peña Nieto y el Congreso de la decisión de incrementar el precio de los combustibles de manera drástica, casi cinco veces más, en porcentaje, en relación al aumento autorizado a los salarios mínimos.
Le insisto, la solución es vigilar más a los gobiernos, impedir que se roben el dinero, obligarlos a trabajar de manera honesta para que todo el recurso que tengan a disposición llegue en beneficios para la gente, para los más pobres.
Si evitamos la corrupción y la impunidad créalo que este país será rico, habrá más dinero para educación y salud, para crear más oportunidades lo que en automático acabará con la violencia y la inseguridad o la reduciría casi a cero y si, le evitaríamos a la gente la tentación de acudir a los saqueos…

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