H.MATAMOROS, TAMPS., 27 de Diciembre de 2024
Marco A. Vázquez
27/12/16
Diputados…
Piense en las primeras 10 palabras que le inspira un diputado o diputada, apúntelas, luego busque el nombre de quien le representa en el Congreso y analice si se las merece o no.
Lo anterior viene a colación porque una legisladora local de cuyo nombre no quiero acordarme declaró que pretendían regresarle la honorabilidad al Congreso del Estado, juró y perjuró que se acabaría los nudillos tocando puertas para conocer la situación real de su distrito, para legislar, fiscalizar y hacer las otras tareas que le corresponden conforme a lo que dicte el pueblo.
Por supuesto que se lee bonito, el problema es que sus dichos son pura lengua, bla bla bla, declaraciones con el afán de gustarle al pueblo, de esas palabras que salen porque la lengua no tiene hueso o nomás porque nada cuesta ilusionar y prometerle a la gente.
La realidad es que hoy por hoy tengo perdido al diputado o diputada (ya ni sé) de mi distrito que si en campaña no fue capaz de llegar a esta su casa pues se antoja más complicado que lo haga ahora que lo protege un fuero y la posibilidad de vivir como reina, o rey, gracias al presupuesto público, y si, consultando con amigos de otras partes de Tamaulipas padecen la misma situación.
Obvio que al pueblo de Tamaulipas le gustaría tener un Congreso honorable, digno, trabajador, de esos que en realidad le sirvan al Ejecutivo del Estado y a su pueblo, convertidos en un verdadero poder y que sean capaces de corregir lo malo, proponer en lo que no funciona y apoyar, por doloroso que sea, lo que requieran los tamaulipecos y pueda funcionar.
De entrada, necesitamos legisladores que salgan a la calle, que puedan viajar en micro, recorrer nuestras colonias, ejidos, ir a las plazas comerciales y escuchar, palpar nuestra realidad y escuchar otra vez, legislar conforme a lo que vieran y les propusiera el pueblo.
También requerimos diputados que no jueguen a la oposición y a ser parte del sistema, que entiendan que su trabajo es para todos los tamaulipecos no para los tricolores o azules, para los turquesa, morenos, o los verdes sino que lo aprobado o rechazado afectará positiva o negativamente a todos.
Claro es que necesitamos legisladores que puedan entender que quiere el gobernador del Estado, no un Congreso sumiso que a todo lo que salga del tercer piso de palacio le diga sí, no, requerimos diputados que en realidad le ayude analizando, proponiendo, regresando propuestas y aprobando leyes o puntos de acuerdo que le beneficien al pueblo en el entendido que muchas veces tendrán que sacrificar sus intereses personales o de grupo por el bienestar de la gente.
De todo, lo más importante es que los diputados puedan andar en la calle el mayor tiempo posible y es lo que menos hacen, fueron muy pocos los que realizaron las tradicionales posadas o piñatas de fin de año para reunirse con sus electores y escucharlos, los que lo hicieron iban como visita de doctor, entraban y salían corriendo con el miedo de que les solicitaran apoyos porque no tienen la capacidad de decirle a la gente que su labor es gestionar, hacer leyes, fiscalizar que el gasto se haga de la manera correcta para beneficio del pueblo.
Ya imaginará, si los diputados locales en su tarea de regresarle la dignidad y honorabilidad al Congreso no se les puede ver por ninguna parte de su distrito la situación está peor con los diputados federales, a esos no se les encuentra ni por error.
Ahí es donde deben empezar los diputados a trabajar, realizando visitas casa por casa, en territorio, haciéndole sentir a la gente que la escuchan para hacer leyes y que están al pendiente de lo que quieren, gestionando recursos, programas o lo que sea necesario para satisfacer sus necesidades, pero no, los diputados andan distraídos o tal vez sólo de vacaciones, gastando sus aguinaldos, atendiendo a sus familias ahora que tienen una beca de tres años a cargo del erario.
Otra vez, piense en las primeras 10 palabras que le inspira un diputado o diputada, le aseguro que si eso cree es porque no los vuelve a ver después de que les otorgó el voto, porque poco se sabe del Congreso ya que a los legisladores les da un miedo terrible regresar a sus distritos, ellos mejor se distraen con la XV de Rubí o las vacaciones que disfrutan con sus familias.
Ahora, le podría jurar que muchos de esos diputados no se merecen los calificativos que usted escribió en ese ejercicio, el problema, grave problema del diputado, es que no salen a la calle a comentarle a la gente lo que realmente están haciendo, aunque si, muchos no salen porque precisamente no tienen nada que decirle al pueblo de su trabajo ya que en realidad no lo llevan a cabo, ellos viven distraídos de nuestra realidad porque les es más cómodo.
En otras cosas… Con el fin de mejorar las condiciones de los hospitales que más lo necesiten el gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca inició la distribución de 109 equipos que quedaron en desuso cuando se llevó a cabo la sustitución del hospital general “Dr. Carlos Canseco” en el municipio de Tampico.
La secretaria de Salud realizó la primera entrega oficial de equipo al hospital Civil “Dr. José Macías Hernández” en la capital del Estado, donde se donaron 30 camas eléctricas, 8 incubadoras y 2 ventiladores.
«Se generó un listado de todo el equipo, para ver qué necesidades hay en otras partes del Estado que tienen altas deficiencias y dependiendo de esa relación y viendo las peticiones de los diferentes hospitales y centros de salud vamos a redistribuirlo en diferentes áreas dependiendo de las necesidades”, expresó al respecto Horacio García Rojas, subsecretario de Planeación y Vinculación Social.
Con dos mil alumnos en diferentes turnos, el Centro Especializado de Idiomas para Niños y Adolescentes de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (CEINA-UAT) se consolida entre las instituciones de su tipo al contar con un cuerpo de profesores acreditados a nivel nacional e internacional.
En el cumplimiento a sus objetivos y con el fin de estrechar los vínculos con la sociedad y los padres de familia, la institución tuvo su actividad de fin de año conocida como Open House.
Esta consistió en que los menores que aspiran a ingresar, acompañados de sus padres, participan en una clase donde se les muestra parte de la metodología de la enseñanza de idiomas.
