Marco A. Vázquez
26/02/16
La UAT…
Lo primero que supe de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, fuera del Estado, es que sus alumnos no merecerían siquiera la oportunidad de empezar a trabajar en muchas grandes empresas de Nuevo León que colocaban, al final de sus anuncios clasificados solicitando profesionistas, una frase ofensiva, “Egresados de la UAT abstenerse”.
Antes de ello, la experiencia que vivían compañeros egresados de facultades del Centro Universitario Victoria causaba pavor por el alto riesgo de caer en las mismas condiciones, desarrollar actividades que se pagan muy mal por los patrones y que nada tenían que ver con la preparación recibida en las aulas, es más, la mayor de las veces, que se podían desempeñar sin ir a la primaria, sin saber leer o escribir al cien por ciento.
Por años y años la UAT vivió una época de terror, de porros, era una fábrica de desempleados donde sólo se podía tener chamba si eras bueno en algún deporte o para proteger a tu “líder”, si, sus Rectores eran ambiciosos, vivían a cuerpo de rey, con toda una servidumbre pagada del erario de la Universidad y siempre aspiraron a gobernar Tamaulipas o por lo menos a ser alcaldes, diputados o secretarios de Estado.
La UAT hoy es otra, con un rector como Enrique Etienne Pérez del Río que no tiene ambición política ni económica, que se ha sacudido a la gran mayoría de los “liderazgos” que todavía se manejaban a la antigüita y con los vicios de antaño y, hay que decirlo, con un proyecto de trabajo que va orientado a lograr el orden y desarrollar la academia y conocimientos que sean útiles a la sociedad.
Cierto, el trabajo viene de unos años para acá pero en los últimos dos se han logrado cosas que no cualquier universidad puede presumir, una de ellas es tener 14 programas de estudio acreditados y certificados por organismos internacionales lo que no pudieron lograr otras instituciones, en números, en síntesis, no las tiene ninguna universidad pública o privada del país, pero además la UAT cuenta con el 90 por ciento de sus programas con certificados bajo la norma nacional.
Hoy los investigadores de la UAT son solicitados por universidades de Estados Unidos, algunos países de Europa y Centro y Sudamérica para desarrollar proyectos que tienen que ver con ciencias de la salud, contaduría pública, veterinaria, agronomía y ciencias, por mencionar algunos.
Sobre los alumnos en este momento es más alto el número de los que se emplean en áreas afines a sus profesiones e incluso se puede presumir a un grupo de estudiantes que desarrollaron proyectos de mercadotecnia y encuestas que ahora mismo son usados por empresas como Facebook, Google, y en universidades como Harvard en Estados Unidos.
Dirá usted que son los garbanzos de a libra, quizá tenga algo de razón, pensará que falta mucho por hacer, y ahí si tiene toda la razón, lo irrebatible es que la UAT mejoró, que tiene un presente distinto al que nos tocó vivir como estudiantes, que tiene un futuro que puede ser envidiable y esperanzador, más aún, que por fin le sirve a nuestra sociedad en el desarrollo de proyectos de combate a la pobreza, productividad, desarrollo de tecnologías.
Por supuesto que algo queda de toda la negra historia que se vivió y se sufrió en la UAT, sería imposible cambiar de la noche a la mañana, pero no se pueden cerrar los ojos y no comprender que hoy por hoy es una de las mejores instituciones de educación superior para llevar a nuestros hijos, tan lo es que pocos saben que carreras como la de Contador Público en muchas ocasiones ha superado, y por mucho, el nivel de lo que se enseña en instituciones prestigiadas a nivel nacional e internacional.
La UAT es otra y por supuesto que puede ser mejor, la tarea es obligar a que siga en ese camino, el de medirse, certificarse nacional e internacionalmente, competir y serle útil a Tamaulipas, apoyar al Estado para que cada vez sea mejor, apoyar la entidad siendo una institución donde se discutan nuestros problemas, se aborden científicamente, se encuentren soluciones, obvio, apoyar nuestro Estado siendo mejores, generando conocimientos.
Por cierto, el mensaje del rector ante la Asamblea Universitaria por su segundo informe fue emotivo, de agradecimiento a la comunidad estudiantil, a su esposa y familia, y al Gobernador Egidio Torre Cantú del que dijo, siempre ha tenido el apoyo.
Por su parte, el Gobernador respondió en un mensaje breve y que se podría sintetizar así.
“Es una gran satisfacción saber que los tamaulipecos contamos con una universidad enfocada en generar y difundir conocimiento; en la investigación y la innovación tecnológica; que nuestros estudiantes continúan siendo el alma y corazón de esta casa de estudios; y que nuestros académicos siguen haciendo esfuerzos importantes para elevar la calidad de la enseñanza. Esta es sin lugar a dudas la mejor contribución que brindan al desarrollo de Tamaulipas”, fue parte del mensaje del Gobernador Egidio Torre Cantú a la asamblea universitaria que recibió el segundo informe de labores del rector Enrique Etienne Pérez del Río.