21/09/2016 – Un carretonero que habitaba en el fraccionamiento Fundadores falleció en horas de la madrugada en las afueras de su casa al quebrar el vidrio de una ventana y ocasionarse una impresionante herida en el brazo derecho, por la que se desangró, quedando sin vida en las afueras de la vivienda, en donde fue encontrado por su pareja sentimental.
Martín Chacón Córdova, de 24 años de edad, quien habitaba en las calles Plan de Ayutla y Francisco de la Serna número 27 del fraccionamiento Fundadores, era al nombre al que respondía la persona que perdió la vida, quien presuntamente andaba ebrio al momento en que ocurrieron los hechos.
Trascendió que al ahora occiso le apodaban «El Negro» y que además de recolectar basura en un carretón, se dedicaba a arreglar planchas, abanicos y otros aparatos electrodomésticos y que era adicto a las bebidas embriagantes.
Los celos
Se pudo conocer que el ahora occiso era muy celoso y por esa causa constantemente tenía problemas con su pareja sentimental identificada como Juana Sánchez, y que Martín llegó por la madrugada a la casa y encontró la puerta cerrada, por lo que comenzó a patearla y posteriormente quebró el vidrio de una ventana, ocasionándose una impresionante herida en el brazo derecho y ahí permaneció hasta desangrarse.
Fue su mujer la que al ver que su pareja ya no hacía ruido, se asomó y lo encontró tirado en medio de un impresionante charco de sangre, por lo que pidió ayuda a sus vecinos y familiares.
Al lugar acudieron paramédicos de Protección Civil, pero solo para confirmar la muerte del carretonero, por lo que se dio aviso a la Policía Estatal Investigadora, acudiendo elementos de esta corporación y de Servicios Periciales para hacer el levantamiento del cadáver, el que fue trasladado al SEMEFO local para la autopsia de ley.
El carretonero murió desangrado pues tenía una herida de grandes dimensiones en el brazo izquierdo, por la que le brotó una gran cantidad de sangre, la que formó un gran charco en el patio de su casa y él debido al estado de ebriedad que presentaba no logró o no quiso pedir auxilio, por lo que al ser descubierto el cuerpo ya no presentaba signos vitales.
Jesús Torres