21/03/15.- Austin, Texas.- Un joven que escapó de ser asesinado debido a que no cupo en los vehículos utilizados en el secuestro de sus compañeros estudiantes en México se reunió con legisladores en Austin para llamar la atención sobre el caso.
100 personas
detenidas
Omar García Velásquez, dijo a los senadores estatales que fue uno de los 50 estudiantes detenidos en septiembre por la policía en el estado de Guerrero, en el sur de México. Velásquez dijo que pudo escapar debido a que sólo 43 estudiantes -de una escuela formadora de maestros rurales- cabían en los siete vehículos de la policía de la ciudad de Iguala.
Procuradores de justicia afirman que los estudiantes fueron entregados a una banda de narcotraficantes, que los ejecutó, incineró sus cadáveres y lanzó sus cenizas al río San Juan Cocula. Han sido detenidas más de 100 personas en relación a los asesinatos, incluidos el presidente municipal de Iguala y su esposa.
Pero padres de los estudiantes y otros miles de mexicanos refutan la versión sobre los hechos.
Destino: Nueva York
Manifestantes han realizado disturbios en varias partes de México, indignados por la guerra entre grupos de narcotráfico que ha dejado más de 100 mil personas muertas o desaparecidas desde 2006.
Velásquez espera ahora provocar respuestas similares de los estadounidenses.
El joven forma parte de una de tres caravanas de sobrevivientes y familiares que salieron de México hacia Nueva York, donde esperan ser recibidos por la Organización de las Naciones Unidas. En su trayecto, las caravanas están haciendo escalas en más de una decena de ciudades de Estados Unidos.
Mientras Velásquez, de 24 años, estaba sentado en la galería, senadores adoptaron de manera unánime una resolución de la senadora demócrata Sylvia García en la que expresaban sus condolencias a los familiares de los estudiantes.
Diálogo demócrata
«Toda vida importa», dijo el senador demócrata por San Antonio, José Menéndez. «El día que demos por sentado tragedias como ésta será un día triste para la humanidad».
Después que fue adoptada la resolución, Velásquez y otros miembros de su caravana hablaron con García, Menéndez y otros varios demócratas afuera del recinto de la cámara alta. Mientras posaba para fotógrafos, Velásquez levantó su brazo, el cual estaba adornado con un brazalete negro con el número «43» en blanco.
Esto es realmente bueno, porque nos da una oportunidad para que sea escuchada nuestra historia, y eso es lo que más necesitamos», dijo Velásquez.