22/03/16.-Si ya tienes planeadas unas vacaciones a la playa, empieza por tomar un vaso de jugo de zanahoria, recién hecho, dos semanas antes de tu viaje.
La zanahoria está llena de betacarotenos (lo que le da su color naranja) que se convierten en vitamina A y favorecen el bronceado.
Exfolia tu piel para remover todas las células muertas y prepara la piel para la exposición solar. Ojo: si vas a exfoliarte que no sea después de depilarte sino te arderá mucho.
Este es el punto más importante: usa un bloqueador o bronceador con factor de protección solar mayor a FPS15. El número del FPS indica cuanto tiempo podemos exponernos al sol sin quemarnos por la radiación ultravioleta, por ejemplo con un FPS15 la piel está protegida por 150 minutos. Aplica una buena cantidad de bloqueador o bronceador para que funcione correctamente. En la cara usa lo equivalente al tamaño de una almendra y en el cuerpo una cucharada sopera.
Durante el bronceado
-Para tener ese color dorado que todas queremos y la protección que necesitas, empieza utilizando un FPS alto y después cámbialo a uno más bajo. De esta manera no dañas tu piel y evitarás el color rojizo y la piel seca.
-No porque te pusiste bloqueador en la mañana significa que todo el día vas a estar protegida. Evita ponerte como camarón y reaplica el bloqueador o bronceador a lo largo del día, sobre todo si nadaste o estás sudando mucho.
-Para agarrar un tono parejo, levántate del camastro y da una caminata en la playa o juega voleibol. Así el sol le da a todo tu cuerpo y es más divertido.
-No te toques el pelo si tienes bronceador en las manos porque se puede aclarar.
-Deja tu perfume para la noche, el alcohol que contiene puede manchar la piel si estás exponiéndote directamente al sol.
Después del bronceado
-Al bañarte, usa agua tibia para no lastimar tu piel.
-Usa crema hidratante en todo el cuerpo y la cara. Si quieres refrescarte aún más busca productos con aloe vera.
-Recuerda que con el sol no se juega, ¡siempre usa protector solar!