Bájale al perfeccionismo


19/01/16.-La obsesión por ser el mejor estudiante, la mejor mamá o el empresario más exitoso no trae más que ansiedad, depresión y mucha frustración, plantea el terapeuta Walter Riso.

Por eso propone a aquél que esté cansado de tratar de ser perfecto, colgarse un letrero que diga: «No quiero ser el mejor, sólo quiero ser mejor».

El autor de Maravillosamente imperfecto, escandalosamente feliz (Océano), sostiene que buscar ser el primero en todo implica una pasión obsesiva que se intensifica constantemente y que incluso dificulta el logro de metas.

«La forma de llegar al éxito es no pensando en el resultado, sino pensando en el proceso y tratando de hacer las cosas bien y disfrutarlas.

«Aferrarse todo el tiempo a querer ser el mejor en todo nos lleva a desarrollar una enfermedad, que es la ambición desmedida, el rendimiento extremo, la pasión obsesiva», señala.

Para Riso, las personas que alcanzan sus metas tienen tres características primordiales: autoexigencia moderada, crecimiento personal sostenible, reconocen sus talentos y los explotan, y pasión armoniosa, se emocionan con la meta pero no buscan conquistarla a cualquier costo.

En su libro, el terapeuta aborda diez premisas para liberarse de la obsesión por ser perfecto como dejar de maltratarte porque no eres como deberías ser, no compararte con nadie, defender tu derecho de dudar y contradecirte, no reprimirte emocionalmente y disfrutar plenamente lo que haces.

Riso invita a desobedecer los mandatos perfeccionistas y cambiar la palabra «perfeccionamiento» del yo, por «mejoramiento» del yo.

Agencia Reforma

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