Anuncian más apoyo pero activan redadas


19/01/16.-Activistas pro-inmigrantes y defensores de los derechos humanos destacaron la aparente contradicción en la respuesta de EU a la ola de violencia en Centroamérica, al anunciar un nuevo programa para refugiados mientras continúa su campaña de deportación de migrantes centroamericanos.

Plan de refugiados
El secretario de Estado, John Kerry, anunció que EU, con la ayuda del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), procesará las solicitudes de migrantes de El Salvador, Honduras y Guatemala para obtener estatus de refugiado sin que tengan que emigrar ilegalmente hacia el norte. En declaraciones a la prensa con motivo del viaje del vicepresidente Joe Biden a Guatemala para la toma de posesión del presidente Jimmy Morales, funcionarios de alto rango de la Administración Obama dijeron que no cambiarán la definición ni los requisitos para el estatus de refugiado y continuarán deportando a quienes no tengan caso de asilo válido, hayan recibido órdenes de deportación finales, o sean prioridad de expulsión.

Mensajes mixtos
Durante una conferencia telefónica con periodistas, los activistas afirmaron hoy que EEUU está enviando mensajes mixtos al tratar a los centroamericanos como fugitivos en la frontera sur y posibles refugiados en sus países de origen, e insistieron en que el gobierno de Obama debe proteger a quienes buscan asilo en este país.

“Debemos repetirlo: no es ilegal cruzar fronteras internacionales y solicitar asilo. La presencia de un programa formal para el reasentamiento de refugiados no elimina nuestra obligación de aceptar a quienes solicitan asilo en nuestras fronteras”, dijo Michelle Brané, directora de Derechos y Justicia para los Migrantes de la Comisión de Mujeres para Refugiados (WRC, en inglés). El reforzamiento de la vigilancia fronteriza, en detrimento de quienes buscan asilo, “ha sido un error desde el principio y lo seguirá siendo» mientras no se dé una respuesta integral a las causas que originan la emigración ilegal, dijo Brané.

Por su parte, Jen Smyers, directora de asuntos políticos de “Church World Service”, expresó esperanza de que el programa sirva para evaluar los reclamos de refugio de los migrantes y no sea un “truco” sólo para disuadir la emigración ilegal desde Centroamérica. “Nos preocupa que el listón esté más alto para los centroamericanos que piden asilo y a muchos se les ha negado indebidamente… tenemos que exigir cuentas a la administración para asegurar que estos individuos puedan atravesar ese proceso”, porque quienes huyen de la violencia y la persecución “claramente califican”, afirmó Smyers.

En ese sentido, Shaina Aber, directora de política de la Conferencia Jesuita, advirtió de que la Administración Obama no debe usar el nuevo programa de refugiados “como una excusa” para privar a los centroamericanos ya en EU de las protecciones que tienen bajo el derecho internacional o bloquearles el acceso al proceso de asilo. Wendy Young, presidente del grupo “Kids in Need of Defense” (KIND), señaló que la respuesta a la violencia en Centroamérica no es llevar a cabo “duras redadas, invadir los hogares de las personas, encarcelarlas, y devolverlas a la misma violencia” de la que huyeron, especialmente cuando a muchas no se les dio acceso al debido proceso.

Un informe de ACNUR, titulado “Women on the Run”, indicó que la mayoría de las mujeres detenidas en la frontera sur de EU reunía los requisitos para las protecciones bajo las normas del país.

Agencias

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