Agilizan los casos de menores inmigrantes

Agencias/Valle de Texas(30/01/15).- Cindy Jiménez salió con su hija de dos años de un tribunal de inmigración en el downtown con la incertidumbre de no saber lo que ocurrirá el mes próximo. Jiménez, de 17 años, vino en junio como indocumentada desde Honduras en busca de su madre. Esta adolescente fue parte de los más de 67,000 menores que viajaron solos desde naciones centroamericanas y cruzaron la frontera de México con Texas en 2014.

Agilizan trámites
Junto con docenas de mujeres y niños que colmaron la sala de audiencias del juez Chris Brisack, Jiménez tuvo su primer día en Corte y allí le dijeron que la segunda audiencia sería dentro de 30 días. Esto constituye un giro sorprendente dentro de un sistema judicial de inmigración que suele estar atascado y las primeras audiencias demoran a menudo unos seis meses. Sin embargo, la aceleración refleja los esfuerzos del gobierno por analizar con rapidez los casos de los centroamericanos para impedir que otros inmigrantes quieran venir hacia acá.

Otros pospuestos
Sin embargo, este agresivo esfuerzo tiene sus ramificaciones para otros dentro del sistema, que enfrenta un atraso récord de más de 430,000 casos en todo el país. Algunas audiencias de inmigrantes han sido pospuestas de manera indefinida, lo cual puede dificultar casos en los cuales el tiempo cuenta y poner en peligro la oportunidad de esas personas de recibir permiso permanente de estancia. Los mexicanos, que constituyen la mayor porción de casos en los tribunales de inmigración, han visto sus períodos de espera aumentar en un 13 por ciento a 533 días, según un nuevo análisis de datos judiciales de archivo hechos por la organización Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la Universidad de Syracuse. “Los casos centroamericanos han ocupado todo el espacio”, dijo el abogado de inmigración Salvador Colón. Otro abogado, Baldo Garza, se detuvo brevemente para hallar a dos clientes adolescentes en la congestionada sala de espera del tribunal. “Están priorizando todos los casos de centroamericanos para que se vayan a sus países y digan a todos que no se molesten en venir porque serán deportados”, dijo Garza. “Este tribunal de inmigración parece una guardería porque hay muchos chicos por todas partes”.

Situación difícil
Sin tener donde sentarse, Yudy Miranda se quedó de pie en el pasillo meciendo al bebé de su hermana mientras vigilaba a sus dos hijos pequeños antes de participar en su audiencia. Todos llegaron de Guatemala en el verano pasado en busca de Miranda, quien dijo que no había trabajo en el pueblo pobre y aislado, cerca de las montañas, en su país de origen. “No quería que ellos vinieran”, dijo Miranda, de 32 años, quien tiene dos empleos, uno en un restaurante McDonald’s y otro en una taquería en Humble. “Pero la situación en mi país es muy difícil”. El análisis de TRAC indica que el tiempo de procesamiento de los hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, de cuyos países provino la mayor ola de inmigrantes en el verano pasado, ha disminuido en un cuarto en los últimos cuatro meses, como parte del esfuerzo acelerado anunciado en julio por el Departamento de Justicia.

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