7/05/2016 – Productores de sorgo esperan que antes de que inicie la trilla de sorgo, el personal de la Procuraduría Federal del Consumidor -Profeco- concluya con la verificación de los aparatos de pesas y medidas de las 32 bodegas que se instalarán en el Valle de San Fernando para evitar que como aconteció en el ciclo pasado, hicieron sus trabajos cuando ya se había entregado la mitad de la cosecha a los compradores.
Ineficiencia
De tal manera se expresó, José Luis Vela Fonseca, comisariado ejidal de Francisco Villa, indicando que en temporadas anteriores el personal de la Profeco ha realizado sus actividades de verificación cuando la mayor parte del sorgo ha sido entregado, lo que convierte en ineficiente el trabajo que realizan. Las compras que se instalan en la región han sido señaladas en ciclos agrícolas anteriores de no tener las básculas funcionando correctamente, sin verificación a los aparatos de medición del grano rojo y en algunos casos se han quejado de que no les han pagado el sorgo entregado, bajo el argumento de que a ellos tampoco les pagaron.
Lentitud
Ante esta serie de irregularidades, los sorgueros, hacen un llamado a la Profeco para que realicen sus trabajos de manera adecuada y si no llegan antes de 15 días en que empezara a recolectarse el grano y entregarse a los acopiadores, es innecesario que se presenten en la región, porque de nada sirve que verifiquen cuando el sorgo ya se encuentra en bodega.
Más de la mitad de las bodegas que recibirán el sorgo se localizan en el municipio de San Fernando, donde ya se comenta que de que sirve que se augure buena producción, si los rendimientos se reducen al entregarse el grano a los industriales, sin que exista verificación oficial de las pesas y aparatos de medición. El problema que se genera por la lentitud de la Profeco es algo que enfrentan todas las temporadas de cosecha los productores de sorgo, denuncia José Luis Vela Fonseca.
Solvencia
Por otra parte, pero dentro del mismo tema, Ricardo Núñez Álvarez, comisariado ejidal de José Silva Sánchez, indicó que deben de aplicarse las normas para instalar compra de sorgo y no permitir que gentes insolventes económica y moralmente defrauden a los campesinos como ya ha sucedido anteriormente. Sobre el particular indicó que aunque existe un Comité de Vigilancia para tal efecto, integrado por las dependencias relacionadas con el sector, los resultados han sido desfavorables para los agricultores a quienes no se les ha pagado el fruto de su trabajo, bajo el argumento de que las empresas compradores se encuentran en bancarrota, término utilizado para estafar a los sorgueros. Para concluir irónicamente dice, «pese a todos los contratiempos que enfrentamos, todavía tienen el cinismo de pedirnos que seamos parte del desarrollo del campo tamaulipeco».
Javier Manilla