Ma. Teresa Medina
24/02/17
El enorme valor de la educación integral
El miércoles el subsecretario de Educación Básica, Julio Herminio Pimienta Prieto, convocó a una Reunión de Coordinación Intersectorial donde participaron diversos funcionarios del propio sector educativo y representantes de varias dependencias del Gobierno de Tamaulipas.
¿Cuál fue el propósito e importancia de esta reunión? ¿Acaso el de buenas intenciones semejantes a otras que acostumbraban en el sexenio pasado, en las que se proyectaba mucho y se hacía nada?
Ahora se sabe de buena fuente que las cosas van muy en serio, conjuntando planes y esfuerzos concretos cuyas metas fortalezcan la educación integral de los alumnos de educación básica a través de acciones transversales.
En otras palabras se trata de evolucionar y simultáneamente adaptar este complejo proceso de formación y socialización a las circunstancias actuales.
Originando al mismo tiempo que esas acciones de transformación y desarrollo lleven implícito el cumplimiento cabal del compromiso asumido por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca con los tamaulipecos, impulsando decididamente el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Una misión que para el secretario Héctor Escobar Salazar y su equipo de primer nivel constituye todo un desafío, ya que este contexto además de incluir los fundamentales contenidos conceptuales llevará al alumnado a desarrollar habilidades y actitudes orientadas a mejorar las condiciones sociales y materiales del individuo como de la sociedad en general.
Por eso es educación integral: porque abarca mediante esa transversalidad una mejor visión del todo social, cuya “realidad” solía ser distorsionada.
Es decir, que los educandos alcancen una percepción mucho más extensa de su entorno gracias a que la misma escuela los conectará con la realidad cotidiana, ampliando su nivel de conciencia y perspectiva frente a las dificultades sociales que en su momento podrán ser cada vez más comprensibles por el desarrollo de sus valores morales y capacidades intelectuales, afectivas y sociales.
Bienvenidos entonces los ciudadanos del futuro, desprendidos de un sistema educativo desfasado y agotado, y que remplazado por otro que fomenta una gran expectación y no tiene excusas para aterrizar con los modernos instrumentos que ya se tienen a la mano.
¿QUÉ GARANTIZAN LOS TRÁNSFUGAS?
Para muchos, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) está prácticamente convertido en uno de los más influyentes institutos políticos de Tamaulipas.
A sus dirigentes en distintas ciudades del estado les cuesta trabajo creer la elevada demanda de afiliaciones que repentinamente convocan por el lugar que ocupa en las encuestas Andrés Manuel López Obrador.
También les resulta difícil entender cómo es que los vientos de cambio de Francisco García Cabeza de Vaca se tornaron en un tsunami para el PRI, abandonado a su suerte por su dirigente nacional Enrique Ochoa Reza, provocando una cascada impresionante de renuncias que ya ven con normalidad los subalternos de Aída Zulema Flores Peña.
Pese a ello, se advierte que el éxito de MORENA será efímero al ir por una buena rebanada del pastel electoral en 2018, topándose con que Francisco “Kiko” Elizondo e Ismael García Cabeza de Vaca defenderán a capa y espada el capital político del PAN. Aunque en política nada es como se ve y todo puede suceder.
Pero el punto central es la calidad y trayectoria de los ex priístas que mayoritariamente son los que, por evidente desesperación, tocan la puerta del instituto que preside en la entidad Enrique Torres Mendoza.
¿Qué podrían ofrecerle estos tránsfugas a MORENA que le garanticen importantes triunfos electorales? Francamente nada.
Igual debemos recordar que si algo ha tenido este partido en apenas cinco años de haberse fundado, es su habilidad de capitalizar las ruinas morales que han heredado la corrupción, la impunidad, la violencia y en gran medida la pobreza producto de las decisiones neoliberales y el abierto desprecio por la justicia.
En suma, es el desánimo social el combustible que mueve a MORENA. La gente quiere creer que los saqueos monstruosos de recursos públicos serán castigados ejemplarmente. Y AMLO dice que lo hará.
No hay pues un proyecto político excepcional, salvo promesas que no empobrecen al tabasqueño. Sin embargo, aquí en Tamaulipas el que este partido se llene de fantasmas que un día quisieron transfigurarse en deidades, poco o nada contribuirá a su causa. Mucho menos la del pueblo.
¡Feliz fin de semana!