10/02/2017 – México.- Ray Ybarra Maldonado, abogado de Guadalupe García, la primera mexicana deportada de Estados Unidos, con las leyes migratorias del presidente Donald Trump, advirtió sobre los riesgos de acudir a audiencias de migración en ese país.
Guadalupe, que llevaba casi 20 años viviendo en EU, fue detenida en Phoenix, Arizona, y deportada tras acudir a una audiencia, como cada año, a las oficinas de migración para renovar su permiso de trabajo, otorgado por el programa Familia Unida.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, Ybarra Maldonado catalogó de “horrible» que cada audiencia puede convertirse en un riego de deportación.
«Sí, eso es algo horrible, la orden del presidente Trump es, él quiere 10 mil más agentes de migración en nuestras ciudades para arrestar y deportar la gente, él quiere hacer contratos con gobiernos locales, con la policía local para poder deportar a la gente.
«Vamos a estar viviendo en un país donde la gente no quiere hablar con la policía si hay un robo, un secuestro, violación, no van a querer hablar por van a tener miedo», lamentó.
Destacó que la deportación se dio muy rápido y ni Guadalupe ni su familia hablaron de lo que ocurriría si era regresaba a México. No obstante, consideró que su cliente desea regresar a territorio estadounidense y confió en que se logre que vuelva.
El abogado dijo que la migrante mexicana sabía a lo que se exponía con las nuevas políticas del presidente Trump y que se sacrificó.
Reiteró en que no descarta que con el tiempo la mexicana pueda estar de regreso con sus hijos en Estados Unidos. «Nunca, ahorita no hay un camino legal, pero no significa que no intentamos hacer algo nuevo por ella, es un caso muy especial», comentó.
También resaltó que el Gobierno mexicano ha estado al pendiente de su caso y dando el apoyo.
«El consulado es muy excelente y siempre tenemos una línea directa con ellos, ellos están involucrados intentando empujar y ayudarnos durante el proceso», subrayó.
Ray Ybarra Maldonado destacó que Guadalupe García es una persona de mucha fe y nunca se negó a realizar lo que las autoridades estadounidenses le solicitaban para poder permanecer en el país y no ser deportada.
«Ella hizo como sacrificio y es un honor entrar ahí con ella», finalizó.
Agencias