21/06/16.- 1. Esponja húmeda : Cuando terminas de bañarte, cuelgas tu esponja, esperando a que se seque. Esta práctica común podría traerte problemas, ya que al estar en un lugar húmedo, puede llenarse de hongos o microrganismos.
2. Jabón incorrecto : El hidróxido de sodio es un químico que varios jabones poseen, mismo que por sus componentes, afecta el balance del pH de la piel. Nuestra recomendación: cámbialo por uno de lodo mineral, carbón, mantequilla de karité o aceite de coco, que limpian tu piel sin dañarla.
3. Agua no filtrada: El error podría venir desde tu regadera. Cuando ésta no filtra bien el agua, los químicos y metales del líquido resecan tu piel. Soluciónalo con un filtro para regadera, de preferencia de cromo.
4. Hidrata tu piel: Al salir de la regadera, debes humectar tu cuerpo, pues los poros se encuentran abiertos y la crema penetra mejor. Si acostumbras secarla primero y después hidratarla, puede que hayas notado algunos brotes, pues la piel seca genera mayor producción de aceite.
Utiliza una crema orgánica al salir de la regadera, preferentemente de aloe vera, aceite de coco o miel.