HÉCTOR MIGUEL CHÁVEZ
12/06/2016
Las primeras tareas del gobernador electo::: Cumplir su promesa de seguridad desde el primer día::: La reconciliación y definir la suerte de 3 mil 200 burócratas::: Convencer al 75% de la población que no votó por él::: La operación cicatriz en Matamoros::: No hubo agravios::: Jesús de la Garza, obligado a cumplir inmediatamente::: Debe convencer al 79% de la población:::
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H. Matamoros, Tam.- El gobernador electo, Francisco Javier García Cabeza de Vaca tendrá cuatro tareas, entre otras, que seguramente ya debe estar pensando cómo hacerlo.
Primero, cumplir con la promesa de devolverle la seguridad al Estado desde el mismo día en que tome posesión. Segundo, iniciar la operación cicatriz que se ve complicada porque la campaña fue muy enconada y no se enfocó sólo a lo institucional, sino que se tornó personal y hubo muchos agravios.
Tercero, definir la situación de poco más de 3 mil 200 burócratas estatales que se encuentran en la incertidumbre laboral temiendo el revanchismo político aplicado por el PAN hace poco más de dos años en administraciones municipales en Tamaulipas, corriendo a todo aquel que hubiera tenido alguna relación con el PRI, sin tener ninguna consideración de familia, edad y necesidades.
Y cuarto, establecer la estrategia que le permita interesar en los actos de gobierno a 1 millón 240 mil 852 residentes de Tamaulipas que no participaron en el proceso electoral, ya sea porque no tuvieron confianza o porque simplemente no creen ni en los políticos ni en la política.
Además, tiene que convencer a 626 mil 617 residentes de Tamaulipas que votaron en contra de su candidatura.
Va a gobernar con el apoyo de una minoría de 630 mil 513 que significan nada menos que solamente el 25.24 por ciento del total de la población mayor de 18 años.
El caso de Matamoros
En Matamoros la operación cicatriz podría ser más fácil ya que la guerra sucia ni figuró en el discurso de los candidatos y realmente no hubo agravios personales. La temática fue realmente institucional, y claro, hay impugnaciones como ocurre en todo proceso.
Ya lo dijo el diputado priísta electo, Juan Carlos Córdova.
“Es tiempo de quitarnos las camisetas de colores y partidos, la gran tarea es Tamaulipas”. Es la primera voz conciliadora que se escucha en estos últimos forcejeos de la elección.
Así que la primer tarea del alcalde electo, Jesús de la Garza Díaz del Guante es cumplir con sus promesas de inmediatamente mejorar los servicios públicos, entre ellos la recolección de la basura.
Enseguida tendrá que promover la operación cicatriz a través de la reconciliación de todos los grupos.
En tercer lugar, definir también la situación laboral de miles de burócratas municipales que temen ser víctimas del revanchismo político como le ocurrió a los empleados que ellos sustituyeron que fueron despedidos por haber estado vinculados con el PRI.
Y finalmente, también tiene la tarea de interesar en la participación ciudadana a 186 mil 385 electores que no acudieron a votar.
Al mismo tiempo deberá tratar de convencer a 116 mil 943 que votaron en contra de su candidatura. Jesús de la Garza Díaz del Guante gobernará con una minoría de 21.57 por ciento, o sea, 69 mil 442 electores.
Difícil tarea pero no imposible. Tanto el gobernador como los alcaldes, dependerán en gran medida de las estrategias de comunicación institucional para llegar a los miles de electores que votaron en contra o que simplemente no votaron.