H.MATAMOROS, TAMPS., 11 de Enero de 2025
3/06/2016 – Generalmente los niños que se atienden en el área de Salud Mental de la Jurisdicción Sanitaria Matamoros III, son canalizados por los maestros de diferentes escuelas porque tienen problemas de conducta.
Elsa Laura Betancourt Peralta, coordinadora del programa de Salud Mental, señaló que desafortunadamente en algunas ocasiones a estos niños “los etiquetan” y éstos se creen que están enfermos y que por eso los envían al psicólogo.
“El detalle que cuando esto sucede sus compañeritos comienzan a ejercer el bullying contra ellos y ahí puede crecer el problema para los menores”, aseguró la coordinadora del programa de Salud Mental.
Problemas en casa
Recalcó que los niños que tienen problema de conducta, que manifiestan hiperactividad o falta de concentración, es porque en casa se tienen problemas por lo que se tiene que “escarbar” para saber cuál es el motivo que orilla al niño a comportarse así.
En este sentido se tiene que observar cómo se está viviendo el ambiente familiar, y determinar que pauta les está indicando que el niño se comporte de esa manera dentro del salón, por lo que es muy importante que los maestros aprendan a reconocer síntomas que el menor está procesando de una situación en casa.
Lo principal antes de sugerir que se atienda con un psicólogo a un menor de edad, hay que hablar con los padres de familia, aun cuando desgraciadamente no se puede porque no se dan el tiempo debido a sus ocupaciones.
Se tienen resultados
Por su parte la psicóloga Lidia Chapa, señaló que dependiendo el caso de cada niño y el diagnóstico que les arroje es el tiempo que se debe de tener al niño con terapia psicología para que supere cualquier situación.
Asimismo este depende mucho del compromiso de los padres de familia de llevarlo con el psicólogo, ya que generalmente dependiendo el caso se programa dos veces a la semana, o un mínimo de una vez a la semana.
Agregó que dependiendo del progreso que va teniendo el menor de edad, y el apoyo de los papás puede tenerse en tratamiento en un promedio de dos meses al niño, y por lo regular se obtienen buenos resultados.
Juan Carlos Jiménez
