10/03/2016 – El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, sobrevoló la zona de río Grande a bordo de un helicóptero del Departamento de Seguridad Pública.
Recorridos
La elegante lancha negra que transportaba al vicegobernador de Texas, Dan Patrick, y al director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, se aproximó a la ribera de río Grande en una zona trillada por traficantes. En cuanto Patrick echó a caminar por el sendero fue captado por una cámara. Su foto apareció en el teléfono móvil de un agente de los Texas Rangers a cargo de las operaciones especiales de interdicción en la zona. “De haber sido una actividad real, tanto nosotros como la Patrulla Fronteriza hubiésemos enviado recursos a la zona con rapidez para interceptar a los que estaban ahí”, dijo McCraw. “Si entras ilegalmente en Texas, estaremos aquí para recibirte, para que no sigas tu camino”. Para Patrick, quien visitó la zona para ver los resultados de la iniciativa de seguridad fronteriza de Texas, que tiene un costo de 800 millones de dólares, esto es una afirmación de las intenciones de la Legislatura estatal. “Queremos enviar un mensaje a los delincuentes de que no les será fácil entrar en Texas”, expresó Patrick, de pie a la orilla de río Grande. “Estamos a millas de distancia de donde nos encontrábamos, y esperamos continuar nuestro cometido aquí porque si nos detenemos, los delincuentes regresarán de inmediato”. En otras palabras, los contribuyentes en Texas seguirán financiando la seguridad fronteriza por algún tiempo.
Modifican estrategia
Atrás han quedado los días en que cientos de agentes con binoculares patrullaban el lado texano del río para tratar de divisar e interceptar a inmigrantes indocumentados y a narcotraficantes, que a menudo llegaban hasta la autopista US 83, que corre paralela al río en esa zona, y luego desaparecen en las ciudades de Mission, McAllen y Harlingen, que se encuentran en las proximidades. En la actualidad, los agentes cuentan con lanchas rápidas para patrullar el área que separa a Texas de México. Alrededor de 4,000 cámaras están ocultas entre la maleza a lo largo del río. Las imágenes digitales pueden ser vigiladas desde puestos de observación en Austin y en otros lugares, incluso desde teléfonos móviles. Las cámaras captan a los que cruzan ilegalmente a los pocos minutos de haber salido del río, para que autoridades puedan interceptarlos. En lo alto hay aviones con cámaras de rayos infrarrojos que pueden detectar cualquier actividad a millas de distancia. “Con el uso de equipos adicionales por tierra, agua y aire, financiados por la Legislatura, hemos desplazado los esfuerzos de interdicción de la zona entre la US 83 y el río”, explicó McCraw. “Antes, teníamos que patrullar las áreas alrededor del río. Pero eso requería de mucho personal y sucedían cosas porque no podíamos estar en todas partes. Ahora podemos optimizar los recursos para que estén donde sea necesario cuando los necesitamos”.
Agencias