19/02/16.-Cuando Julio Verne (1828-1905) decidió romper definitivamente las expectativas de su padre de ser un gran abogado para sentarse a escribir libros tenía una idea en la cabeza: tender un puente entre la ciencia y la literatura, acercando los avances científicos y el espíritu de «aventura» de la época a todos los públicos. Y lo consiguió. En el aniversario del nacimiento del popular escritor francés, te contamos algunas anécdotas clave de su vida y su obra.
Sueños de juventud
Una anécdota que muchos biógrafos le atribuyen a Julio Verne es que a los 11 años se escapó de casa para embarcar como grumete en La Coralie, un barco que zarpaba rumbo a la India. Cuentan que su padre, el severo Pierre Verne, llevó de vuelta a casa al aventurero, y tras reprenderle le hizo jurar que no viajaría más que en sueños.
Libros para viajar
La colección «Viajes extraordinarios» nació en 1862 cuando, tras escribir Cinco semanas en globo, Verne encontró a un editor dispuesto a publicarle, el famoso Jules Hetzel. Hetzel y Verne firmaron un contrato para escribir y publicar tres novelas anuales como parte de un programa educativo dirigido a la juventud. En el prefacio a las Obras completas, Hetzel escribió que aquello era un intento de «resumir todos los conocimientos geográficos, geológicos, físicos y astronómicos, amasados por la ciencia moderna». Verne subtituló a su serie de novelas: «Viaje a través de los mundos conocidos y desconocidos».
El sueño espacial
De la Tierra a la Luna se publicó originalmente por entregas en el periódico francés Journal des Débats. Verne se ganó al público desde el primer capítulo. Una anécdota que lo demuestra es que, después de que el protagonista de la historia, Miguel Ardan, enviara al presidente del «Gun Club» el famoso telegrama «Reemplácese granada esférica por proyectil cilíndrico-cónico. Partiré dentro. Llegaré vapor Atlanta», centenares de personas lo emularon y solicitaron al periódico el honor de ser incorporados a la expedición lunar.
Inspiración
Julio Verne ha sido un ejemplo para muchos científicos. El almirante Byrd afirmó que si no hubiera sido por Verne no habría ido nunca al Polo Sur. El químico ruso Dimitri Mendeleiev calificaba a Verne de «genio científico» y leía constantemente sus obras. Y Yuri Gagarin, el pionero astronauta, dijo en una ocasión: «Ha sido Verne quien me ha hecho decidirme por la astronáutica».
Agencias/El Bravo