24/01/15.- Santos Laguna volvió a la vida sacudiendo fuertemente a unos Rayados de Monterrey que no encuentran la fórmula y siguen sin mostrar lo que de ellos se espera, el marcador de 4 a 1 fue un fiel reflejo de lo ocurrido en la cancha del Corona que volvió a ver ganar a su equipo luego de un par de descalabros consecutivos.
Por su parte, los regiomontanos regresan a casa con mucho por reflexionar, toda vez que terminaron siendo superados y siguen sin dejar en claro su estilo de juego.
La urgencia del triunfo y la necesidad de recuperar la confianza hizo que los laguneros comenzaran agresivos, buscando recuperar desde el medio campo y mordiendo la salida de Rayados, lo que le rindió frutos luego de unos cuantos minutos. Para los de casa, el gol llegó al 21 mediante una gran jugada que elaboraron por el centro y hacia el costado derecho que finiquitó Diego González con remate de cabeza para conseguir su segundo tanto del torneo y primero del juego.
Y el segundo llegó justo cuando Monterrey jugaba mejor; Néstor Calderón disparó de volea en los linderos del área para cruzar a Jonathan Orozco. A los 32 el juego se presentó inmejorable para los de verde y blanco.
Pero Santos no dejó respirar a los regios y apenas arrancando la segunda parte, Adrián Aldrete, de saque de banda la puso en el área, justo donde estaba Carlos Izquierdoz, quien peinó de cabeza para Jesús Molina, quien se estrenó como goleador santista y puso de paso el 3 por 0.
La reacción rayada se dio a los 70 minutos, Carlos Izquierdoz cometió penal a Dorlan Pabón, el mismo cobró la pena máxima al costado izquierdo de Marchesín. Monterrey se acercó a 2 con 20 minutos por jugar.
Pero de nueva cuenta Santos no permitió respiro y unos cuantos minutos más tarde encontró el lapidario cuarto gol a través del colombiano Andrés Rentería, quien simplemente la empujó tras recibir pase en el área chica por parte de Javier Orozco.
La noche fue perfecta para los comarcanos que finalmente dejaron en claro el potencial con que cuentan, ganaron, golearon y convencieron ante uno de sus más acérrimos rivales.
[MEDIOTIEMPO]