9/01/16.-Inicia la conversación con un tema no relacionado. Para hacer las cosas más fáciles, inicia la conversación (y lo que reste de ella) compartiendo cosas personales como tus hobbies y tratando de ganar la confianza de la otra parte. Esto hará que el otro esté más receptivo, relajado y dispuesto a negociar
Sugiere un rango en vez de un solo número. Es importante que seas tú quien haga la oferta inicial al presentar un rango de salario deseado, esto le dará a tu jefe información de lo que estás pidiendo (ni más ni menos) y abre una ventana a mejores negociaciones porque se llevará el diálogo hacia la dirección que tú marcas. Además te hace ver educado y razonable.
En las ofertas, comienza a usar números exactos. Cuando el momento de la verdadera negociación ha llegado, puedes responder a las ofertas de tu jefe con números precisos que estén dentro del rango antes marcado. Así la otra persona verá que estás dispuesto a negociar y que en verdad pueden llegar juntos a un acuerdo.
Contacto visual. Si llegó el momento de estar en persona, no olvides ver a tu jefe a los ojos. Esto proyecta seguridad y firmeza en tus decisiones. Aunque no tienes una posición de poder en el cuadro, al menos debes demostrar que tienes confianza en ti mismo y en lo que pides.
Jerarquiza tus prioridades y hazlas saber. Esto es una forma de que la otra parte entienda tus intereses sin que tú le des mucha información. Además, no olvides a la otra persona, pues también tiene prioridades en el trabajo y expectativas del tuyo. Anímala a compartirlas con dos fines: hacer el diálogo amable y dejar todo bien claro.
Inicia la conversación con un tema no relacionado. Para hacer las cosas más fáciles, inicia la conversación (y lo que reste de ella) compartiendo cosas personales como tus hobbies y tratando de ganar la confianza de la otra parte. Esto hará que el otro esté más receptivo, relajado y dispuesto a negociar
Sugiere un rango en vez de un solo número. Es importante que seas tú quien haga la oferta inicial al presentar un rango de salario deseado, esto le dará a tu jefe información de lo que estás pidiendo (ni más ni menos) y abre una ventana a mejores negociaciones porque se llevará el diálogo hacia la dirección que tú marcas. Además te hace ver educado y razonable.
En las ofertas, comienza a usar números exactos. Cuando el momento de la verdadera negociación ha llegado, puedes responder a las ofertas de tu jefe con números precisos que estén dentro del rango antes marcado. Así la otra persona verá que estás dispuesto a negociar y que en verdad pueden llegar juntos a un acuerdo.
Contacto visual. Si llegó el momento de estar en persona, no olvides ver a tu jefe a los ojos. Esto proyecta seguridad y firmeza en tus decisiones. Aunque no tienes una posición de poder en el cuadro, al menos debes demostrar que tienes confianza en ti mismo y en lo que pides.
Jerarquiza tus prioridades y hazlas saber. Esto es una forma de que la otra parte entienda tus intereses sin que tú le des mucha información. Además, no olvides a la otra persona, pues también tiene prioridades en el trabajo y expectativas del tuyo. Anímala a compartirlas con dos fines: hacer el diálogo amable y dejar todo bien claro.
Agencias/El Bravo