Operan a más de 100 niños al año con malformaciones en Matamoros

6/01/2016 – Desde 1999 el Club Rotario Matamoros 84 ha realizado una serie de operaciones a niños con labio leporino o paladar hendido a través del programa que han denominado “Cambiando sonrisas”.
Pedro Ciro González, presidente del programa, mencionó que desde que se inició con este tipo de operaciones, el doctor Melquiades Álvarez Chaires, cirujano plástico, socio del Club Rotario, comenzó con la inquietud.
“Es que según la estadística por cada 1,300 niños nace uno con labio leporino o paladar hendido u otras malformaciones, por lo que al ser cirujano plástico el doctor Chaires ha visto todo tipo de casos”, aseguró el presidente de «Cambiando sonrisas».

Muchas operaciones
Indicó que en ese año, en 1999, comenzaron estos trabajos en el Hospital General de Matamoros, operando de 10 a 12 niños en esa ocasión, pero conforme avanzó el tiempo se formalizaron y se cristalizó el proyecto.
Señaló que en los últimos tiempos han operado de 80 a 100 niños en el año, lo que sin duda ha sido una satisfacción muy grande porque realmente les han cambiado la vida a muchos menores de edad.
Mencionó que dentro del programa se tienen 2 tipos de campañas, una que es permanente, en donde todos los miércoles se opera un niño y la otra se hace una campaña masiva por el mes de abril o mayo en donde se opera de 50 a 60 niños.

Nuevas técnicas
En esa campaña, dijo, vienen de 10 a 12 médicos de la Ciudad de México a colaborar con el Club Rotario y paralelo a esto 2 médicos más se encargan de todo lo que es la ortodoncia de los niños ya que requieren un seguimiento.
El especialista Melquiades Álvarez Chaires señaló que es importante precisamente darle seguimiento a los casos que se van presentando ya que los niños requieren en ocasiones hasta 6 operaciones para que estén bien.
De hecho señaló que se han ido mejorando las técnicas por ejemplo en el sentido de que hace años se cerraba el paladar pero los niños batallaban mucho para tomar su mamila ya que la leche se les iba por la nariz.
Y en una de las visitas de uno de los doctores de la Ciudad de México, traía otras técnicas, que permitieron que los niños pudieran alimentarse bien sin tener ningún problema en lo que seguía la otra operación.

Juan Carlos Jiménez

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