NOTICIERO

HÉCTOR MIGUEL CHÁVEZ

15/11/2015

Poco interés por la diputación local::: No hay quien haga precampaña para ese cargo::: Oportunidad para independientes::: Sobran los aspirantes a alcaldes::: Ex presidentes quieren repetir::: Unos ya no los conocen::: Otros fueron irrelevantes::: Unos más ni los quieren recordar::: Un debate sería saludable::: Confrontar hechos e ideas::: Sin descalificación personal:::

hectormiguelchavez@gmail.com

H. Matamoros, Tam.- Esta precampaña tiene la peculiaridad de las anteriores. No hay quien ande buscando la postulación para diputado local.
A la posición de diputado local se le ha dado realmente muy poca importancia. Lo ven como un premio de consolación o como una nómina sin importancia y temporal mientras se llega la siguiente elección.
La diputación se ha devaluado a grado tal, que no importa si no rinden cuentas, poco interés se le da a informar del trabajo legislativo. Se ha minimizado esta tarea tan relevante.
Pocos diputados han dejado huella en la sociedad. Poco se sabe si presentan iniciativas o no, y muy pocas veces entran en contacto con la población.
Solamente cuando se avecina una elección regresan a sus distritos a hacer reuniones de amigos para iniciar la campaña, aunque poco tiene que informar y que argumentar en su favor.
¿Se recuerda usted los últimos cinco diputados locales y los partidos que los postularon?
¿Se recuerda usted qué fue lo más relevante que hicieron?
Y es que, la elección de diputado va en el paquete de alcaldes y gobernador y los partidos ponen mucho énfasis en los alcaldes y gobernador, nóminas para los que hay muchos aspirantes.
Este hueco dejado para la elección de candidatos a diputados locales, es un espacio propicio para los independientes que realmente le den valor a la legislatura y que desde un principio se lancen a buscar ese cargo.
Es posible que así, los partidos volteen la mirada a esta elección.

Diputados federales
En el caso de los diputados federales, como se trata de una elección intermedia en el segundo tramo del sexenio si es muy peleada, porque además es el escalón utilizado para ser candidatos a diputados federales o a senadores en la siguiente elección.
Hoy es más atractiva la diputación federal, porque por primera ocasión en el Presupuesto de Egresos de la Federación le han asignado 20 millones de pesos a cada uno para invertirlo en su distrito.
Lo que no se ha dicho es cómo van a rendir cuentas puntuales de estos recursos, porque ya ve usted cómo se las gastan algunos de ellos.

Los aspirantes a alcaldes
Por primera ocasión, los ex presidentes municipales pretenden postularse nuevamente para el mismo cargo, pues tienen el atractivo de que pueden reelegirse a partir del próximo trienio.
Casi todos han manifestado ya su deseo de ser postulados y precisamente por el PRI.
De los panistas, ninguno se ha manifestado.
Nunca se había visto el caso de que los ex alcaldes priístas anduvieran en precampaña sin esperar la línea de su partido. Se sienten con el arrastre popular para ganar en las urnas.
Aunque la verdad, los electores ya ni se acuerdan de muchos de ellos, unos porque hace mucho tiempo que pasaron, otros porque tuvieron una actuación muy gris, y unos más porque no los quisieran recordar.
Sin embargo, sería muy saludable para la sociedad que el PRI organizara debates suficientes como para que confrontaran ideas, antecedentes, pros y contras, de su paso por la presidencia, y finalmente propuestas basadas en esa experiencia.
Mejor sería, todavía, que se pusieran reglas muy claras para abordar únicamente hechos e ideas y que se evitara el insulto y la descalificación personal.
No se trataría de calificarlos por lo que son o han sido en lo personal, sino por lo que han dicho y hecho, o dejado de hacer como políticos.
Eso le daría a la población un perfil muy claro de cada uno para emitir un voto bien informado.
Claro está que en este debate se podrá incluir a los aspirantes que no han sido alcaldes, sin faltar los independientes, para escuchar sus propuestas y sus opiniones sobre sus competidores.
Puede sonar utópico, pero es viable, y significaría además, un avance real en el proceso democrático.