22/10/15.- Johnny Depp pasó de ser un «hombre generoso y amable» a un «psicópata, emocional y psicológicamente» para interpretar al criminal James ‘Whitey’ Bulger en «Black Mass», una transformación que fue mucho más lejos de lo que el director Scott Cooper se esperaba cuando se embarcó en este proyecto.
«Había otros actores que querían haber interpretado el papel y probablemente podrían haberlo hecho, pero cuando llegué al proyecto ya estaba claro que sería Johnny Depp y yo no había visto ese lado de su personalidad, así que estaba ansioso de poder ver cómo se transformaba justo delante de mis ojos», explica Cooper en una entrevista en el Festival de Venecia, donde se estrenó el filme.
Una tremenda transformación física la de Depp, casi irreconocible bajo una extrema caracterización, que incluía lentes de contacto azules pintadas a mano, para dar vida a un personaje real y mítico en Estados Unidos, James ‘Whiltey’ Bulger, un gángster que controló el sur de Boston durante décadas gracias a su colaboración con el FBI en una película que se estrena mañana en gran parte de Latinoamérica.
«Cuando me pidieron que me encargara de dirigir un filme sobre su vida, pensé que era una historia muy cautivadora. No podía dejar pasar la oportunidad de meterme en una historia tan interesante (…), además de trabajar con Johnny Depp y el resto del reparto, que han hecho unas interpretaciones realmente buenas», señala Cooper.
Junto a Depp, un amplio reparto en el que están Benedict Cumberbatch en el papel del hermano de Bulger, un influyente senador; Joel Edgerton como John Connolly, el agente del FBI que tenía a Bulger como confidente, o Dakota Johnson como su esposa, Lindsey.
«Me gusta ver a los actores interpretar papeles que no hayan hecho antes y yo nunca había visto a Johnny hacer algo como lo que hace en esta película, o Benedict o Dakota o Joel o los demás, Kevin Beacon, Julianne Nicholsson, Peter Sarsgaard. Todos hicieron interpretaciones realmente buenas», opina el director.
Para lograr esas interpretaciones, su método no pasa por hacer demasiados ensayos. «Si lo haces, las interpretaciones son muy secas, sobreactúan y te sientes como si estuvieras viendo una película y no la vida real».
Y el objetivo de Cooper era precisamente que se notara que la historia que cuenta en la película es real.
«Quería contar la historia humana, no quería hacer una película sobre criminales que son humanos, si no sobre seres humanos que son criminales, sobre ese hombre que fue el gángster más dictador de la historia de Boston, que tenía un hermano que era un político poderoso y el niño que era su amigo, crece y se convierte en agente del FBI», explica Cooper.
«Las tres películas que he dirigido -«Crazy Heart», «Out of Furnace» y «Black Mass»- muestran profunda humanidad. Estoy seguro de que las historias de superhéroes son muy divertidas, pero yo prefiero dramas más humanistas».
Ese lado humano fue también lo que cautivó a Dakota Johnson. «Quería trabajar con Scott Cooper, pero fue la increíble historia la que me fascinó. Siempre me he preguntado por la mujer detrás de un hombre como este», afirma la actriz.
Otro de los elementos que le atrajo de la historia fue el hecho de interpretar a un personaje real y aún vivo.
«Fue difícil encontrar información sobre cómo era su relación privada», explicó la actriz, que intentó sin éxito entrevistarse con Lindsey, pero a través de terceras personas encontró los elementos suficientes para realizar el trabajo.
Cuando interpretas a alguien real «no quieres molestar a nadie (…), quieres ser justo con esa persona».
También ese lado realista fue lo más atractivo y a la vez más difícil para el actor australiano Joel Edgerton, que brilla en un complejo papel para el que se preparó muy concienzudamente.
«Vi imágenes de John en la televisión, en el tribunal y se mueve de forma especial, se contonea, tiene una personalidad muy especial y una voz muy particular. Sabía que Johnny estaba esforzándose mucho para recrear de forma muy realista a Jimmy Bulger en la pantalla, así que me sentí muy presionado para hacer muy bien del real John Connolly», explica el actor.
Pero pese a sus miedos, al hecho de trabajar frente a Depp -«le adoraba desde que era niño»-, asegura que el rodaje fue una de las experiencias más divertidas de su vida y asegura estar muy orgulloso del resultado. «Creo que Scott hizo un gran trabajo contando una historia sin celebrar un criminal».
El Universal/El Bravo