4/08/15.- Todo en exceso es malo… La ortorexia es un desorden alimenticio que consiste en la obsesión por consumir alimentos considerados saludables, rechazando todos aquellos que no pueden incluirse en esta categoría desde su punto de vista. En un principio, la ortorexia puede parecer que se trata de un comportamiento adecuado(comer sólo productos sanos y naturales), y que va a resultar beneficioso para el organismo del que lo practica. Sin embargo, puede convertirse en un serio problema y ocasionar graves repercusiones, tanto sobre la calidad de vida como sobre la salud.
¿A quién afecta la ortorexia?
Cualquiera puede desarrollar esta inclinación patológica, aunque las personas más vulnerables son aquellas muy exigentes consigo mismas y con los demás, con un carácter recto y estricto, a las que les gusta planificar y llevar un control en todo lo que hacen.
También son más propensas las mujeres y los jóvenes ya que la decisión de ingerir “sólo alimentos sanos” está asociada a conseguir un mejor aspecto.
¿Qué daños ocasiona?
Los ortoréxicos comienzan a aislarse y dejan de salir con sus amigos pues se sienten superiores a ellos porque no consumen comida chatarra como ellos, así que evitan cualquier tipo de tentación. Físicamente aunque rechazar las grasas no es malo los ortoréxicos excluyen de su dieta nutrientes que se consideran necesarios para el correcto funcionamiento del organismo, y esto puede provocar trastornos, más o menos graves, como anemia, déficit de vitaminas y minerales, desnutrición, osteoporosis, mayor incidencia de infecciones por una disminución de la función del sistema inmunitario, etcétera. Además puede llegar al extremo de pasar hambre antes que comer alimentos que no considere saludables; por lo tanto, aunque la motivación sea distinta, la ortorexia, en casos extremos, puede ser tan peligrosa para la salud como la anorexia.