25/06/15.-Taxco, este Pueblo Mágico tiende a enamorar con su corazonsote de plata, callejones con leyendas, iluminación romántica, una iglesia encantadora, talleres de plata, pozas vírgenes y platos de pozole verde. Dile a tu acompañante que lleve sus 2 mil pesos porque este itinerario es por persona.
Qué visitar
Hay recorridos gratuitos dentro de Santa Priscapara explicar su arquitectura, regida por el barroco y el churrigueresco. En el Museo de Arte Virreinal, también conocido como Casa Humboldt, se exhiben todos los objetos encontrados en las bodegas de Santa Prisca durante su remodelación.
Dense una vuelta por el tianguis de plata que se pone los sábados sobre la Avenida de los Plateros. Desde las cinco de la mañana hay artesanos mostrando sus piezas, aunque no sean originales. Siempre hay que preguntar si la pieza es de plata o «plateado», una aleación de alpaca y latón que hace más económica la pieza.
Ya que andan por la zona, pueden hacer un viaje en el teleférico o tomar un taxi rumbo a lasPozas Azules de Atzala, por 25 pesos se tiene derecho a nadar en siete boquetes naturales escondidos y escalonados entre árboles y paredes rocosas. El taxi cobra 180 pesos.
Qué comer
Sobre la calle Agustín están las escaleras que te llevan al mercado, un paraíso de fonditas y talleres de plata económicos, como en todo hay que estar a las vivas para que no te quieran vender «gato por liebre». Busquen una mesa, no se pongan exigentes porque son compartidas, y pidan un pozole verde todo un platillo clásico guerrerense servido con chicharrón, aguacatito, quesito, carnita de pollo o cerdo, chiles cuaresmeños rellenos y demás menjurjes para acompañar.
También hay que probar las quesadillas con salsa de jumiles, la chinche del monte que se da en temporada de lluvias; qué tal unos tacos de barbacoa o una pancita picosa por si traes cruda.
El Universal/El Bravo