10/12/2018 – La Final soñada se dará en el Apertura 2018. América se medirá a Cruz Azul en busca del título, cinco años y medio después, el destino ha querido que ambos diriman al campeón de este semestre, una serie esperada por ambos bandos, porque en Coapa no olvidan aquel 26 de mayo, tampoco en La Noria.
Es verdad que el equipo del Piojo llegará con la moral en alto, porque anoche abusó de Pumas, que ni siquiera compareció en el Azteca, dobló la rodilla y capituló muy pronto. Los errores de Pumas lo condenaron desde el primer tiempo. No se puede aspirar a la final cuando tienes semejantes despropositos en tu propia defensa, Universidad no lo entendió, entró nervioso al partido y lo acabó pagando muy caro.
El cuadro de David Patiño no pudo con el escenario, no asimiló bien el partido, no fue capaz de tomarle el timing al América, más sensato y revolucionado a placer. Miguel Herrera leyó bien el juego de vuelta, cambió su esquema por la lesión de Edson Álvarez, asumió el riesgo de jugar mano a mano con los delanteros universitarios, pero puso más músculo en medio campo.
El ingreso de Joe Corona liberó a Mateus Uribe, el colombiano fue el más cercano a Roger Martínez, que fungió como único centro delantero, el Piojo confió en el desparpajo de Lainez, el vértigo de Renato y el sentido voluntarioso de Martínez, con eso se sintió capaz de hacerle mucho daño a Pumas. Y su plan funcionó. Los nervios traicionaron a los universitarios, sobre todo a su portero.
En el juego de ida Alfredo Saldívar había salido como héroe al detener un penal de Roger, pero anoche se comió dos goles, el primero de manera directa y en el segundo fue el último que falló en una cadena de errores. Jorge Sánchez, quien también entró de inicio, robó una pelota por la izquierda, fue avanzando hacia el centro sin que nadie le desarmara, tiró una pared y luego abrió para Renato, el ecuatoriano chutó fuerte y raso, pero al Pollo se le coló la pelota por debajo del cuerpo, no fue capaz de contener un tiro que parecía de rutina.
América arriba y Pumas a remolque, el mejor visitante tenía que demostrar esa condición, fue ganando metros el cuadro de Patiño y encontró la igualada con un cabezazo portentoso de Carlos González. Universidad estaba a un gol de lograr el pase, pero no fue capaz de manejar las pulsaciones del encuentro.
Este América es un equipo que se ha caracterizado por repartirse los goles y de nuevo apareció Bruno Valdez, ese defensa con alma de goleador que no solo es solvente en la retaguardia, sino que es el arma más peligrosa en la pelota detenida, el paraguayo se elevó para cabecear un córner, más rápido que Arribas impactó la pelota que se coló al arco de Saldívar.
Pumas seguía necesitando un gol, pero América se adueño del momento psicológico, manejó los momentos y cerró los espacios a los universitarios, encima sacó ventaja de los nervios que había en el cuerpo de varios elementos felinos. Lo peor que le podía pasar a Universidad es que su zona baja cometiera una secuencia de errores, pues le ocurrió en el momento menos oportuno.
En una salida de trámite, Mozo tocó para Arribas y éste para Saldívar, el portero no aguantó la presión de Mateus, quiso tocar y dejó la pelota muy corta, el balón lo tomó Renato que tocó para Roger, el colombiano, gran villano en la ida, mutaba de cuerpo y se hacía héroe natural, porque ese gol ponía a las Águilas con pie y medio en la final.
América se fue lleno de seguridad al vestuario, Pumas con muchas dudas y la moral baja, porque ellos mismos le habían abierto la puerta de la final al cuadro de Coapa. En el segundo tiempo eran los obligados a dejar espacios y eso lo tomaba con agrado el conjunto americanista. Pumas salió a matar o morir.
Y murió, Universidad colapsó en los primeros cinco minutos, fue un yunque sobre el que América golpeó sin piedad y le anotó dos goles más, uno de Guido Rodríguez y otro de Diego Lainez. Se fragmentó el equipo de Patiño en todas las líneas, su moral se fue a la basura y América se agrandó, olió la sangre y fue a destrozarlo y lo hizo en el marcador y en el rendimiento, porque le dio un paseo a los universitarios, que hasta Aguilera se estrenó como cobrador de penales y el argentino no falló.
Cruz Azul contra América, el jueves y el domingo en el estadio Azteca, agárrense de sus asientos, porque se viene la Final más esperada en los últimos tiempos.
Agencias