Se acabó…
30/11/2018 – En seis años de administrar este país Enrique Peña Nieto sólo se ganó las m… del respetable, hoy se va como uno de los peores presidentes que haya tenido este México lindo y querido en su época moderna y no crea que compite con cualquiera, no, en la lista de ex presidentes tenemos personajes tan siniestros como Carlos Salinas de Gortari, tan torpes como Vicente Fox Quesada y también quien comenzó toda esta era de sangre y violencia en la que vivimos y se llama Felipe Calderón Hinojosa.
Quizá por la rapidez con la que fluye la información en estos tiempos, por la dificultad de esconder pecados en la era del feis, whatsapp y el twitter o tal vez porque sí superó a sus antecesores, a los ya mencionados, en temas como corrupción e impunidad Peña Nieto se irá como el más odiado de todos los tiempos, con apenas un 20 por ciento de aceptación y eso cuando agarran de buenas a los encuestados.
Existen, desde luego, razones para odiar al presidente Enrique Peña Nieto, la gasolina y el dólar están en sus precios más altos lo que provoca que toda la canasta básica se encuentre por los cielos y la gente del pueblo no alcance a comer tres veces al día.
Mire, nomás para aterrizar lo que le digo, en estos momentos ningún trabajador con sueldo de dos o tres salarios mínimos puede mantener a una familia, no puede hacer vivir dignamente a sus hijos, con acceso a una vivienda, a la salud, menos pensando en irse de vacaciones por lo menos una vez al año o darles educación privada de calidad.
Un reto para usted, así a botepronto, cheque se cartera, más aún, revise sus cuentas, cuánto debe y cuánto tiene, también esa es otra razón para odiar al presidente, nos ha empobrecido como no lo lograron otros, ni Salinas ni Zedillo y vaya que lo intentaron con mucho ahínco.
A la pobreza, la incapacidad de tener una buena educación o servicios de salud dignos y de calidad, habrá que agregarle un pecado más a este presidente, nos hizo vivir entre balaceras, matazones, no fue capaz de regresarnos la paz ni procurarnos tranquilidad porque su obligación de combatir al crimen organizado nunca la cumplió a cabalidad y ya no sabemos si la razón es la que dice el Rey Zambada en el sentido de que recibió millones de dólares para fingir que no ve ni escucha nada o simple y sencillamente por torpe, por su incapacidad de gobernar y diseñar estrategias de seguridad eficientes.
Por fin se acabó el sexenio, Enrique Peña Nieto se va y ojalá lo haga para nunca volver, más aún, ojalá el ciudadano haya entendido la lección y no permita nunca más que otro político igual o similar nos llegue a gobernar.
A primera hora del 1 de diciembre estrenamos un gobierno que tiene el respaldo popular, el que mayor liderazgo ha ganado en los últimos años aunque a muchos no les guste, si me apura, Andrés Manuel será el único que parecerá presidente de la República en los últimos 24 años, me explico, Zedillo parecía monigote de los empresarios, Fox un títere de los hombres del dinero y de su esposa, Felipe fue un rehén de sus vicios y sus torpezas, también de los liderazgos reales como el de Elba Esther y Peña era algo así como Titino, un muñeco de ventrílocuo construido a base de propaganda, de estrategias de mercadotecnia diseñadas por su padre político, por Salinas.
Es obvio que en el horizonte se asoman actos autoritarios y llenos de sinrazón pero también la esperanza de un cambio, de que Andrés Manuel siga navegando y presumiendo una vida de honestidad en la que no han podido comprobarle actos de corrupción en su persona.
Dicen unos que ya genera incertidumbre en sus acciones contrarias a los grandes empresarios como cancelar el aeropuerto o pretender eliminar comisiones bancarias, lo real es que ya hacía falta que alguien los pusiera en su lugar, que los dinerosos entiendan que México necesita de sus servicios y no que se sigan sirviendo.
Hay dos puntos que en lo particular me agradan del futuro gobierno, será un hecho que se va a someter a un referéndum en unos tres años, no lo dude, eso significa que el pueblo tendrá oportunidad de decirle que ha hecho las cosas bien o mal, es decir, agrada que AMLO no se dio mucho tiempo para ofrecer un cambio y eso es importante, el otro punto a favor es el consultar a la gente sobre diferentes temas, nos hace falta participar u obligarlo a hacer las mismas de manera más profesional pero por lo menos ya se echó a andar ese instrumento.
Se acabó el sexenio de Enrique Peña Nieto, se va el peor presidente de los últimos tiempos, de lo que viene creo que ya somos grandecitos, que ya son tiempos de trabajar con el próximo gobierno para también hacernos responsables de todo lo que suceda, en síntesis, creo que podemos obligarlos a ser diferentes si es que no les nace, si es que no tienen voluntad de cambiar como unos creen que así será.