Cena de Negros

Un hombre honesto entre tanto mugrero…

21/11/2018 – Dos sobornos fueron suficientes para hacer llegar 6.5 millones de dólares, unos 130 millones de peso al tipo de cambio actual, a los bolsillos del secretario de Seguridad Pública en los tiempos de Felipe Calderón, un hombre llamado Genaro García Luna. Obvio es, lo anterior se debe tomar con las reservas del caso porque la acusación viene de un delincuente que busca el perdón de la autoridad estadounidense.
El dinero, dice «El Rey» Zambada que es quien acusa, se lo entregó en la mano al ex secretario de Seguridad Pública en una reunión que sostuvieron en un restaurante y luego en otra parte que no especifica, pero además habla que igual sobornaban a otras autoridades civiles, incluso de Estados Unidos y la llamada Interpol.
Por desgracia el delincuente no necesita muchas pruebas para hablar y hablar por ello es claro que muchos de sus dichos serán imprecisos o quizá falsos, vaya, da la impresión que tiene un acuerdo para hacer estallar esas bombas o acusaciones mediáticas con fines perversos que, sin duda, están logrando el objetivo que pintar un México corrupto, con policías civiles que nadan en la deshonestidad.
Saben, los delincuentes, que cualquier cosa que digan es creíble y habrá incluso quienes crean que se quedan cortos, que hay todavía más corrupción.
Los bandidos que señalan los sobornos a policías tienen a su favor la situación del país, la violencia, la forma como parecen gobernar los grupos de la delincuencia no dejan lugar a dudas que la autoridad se ha doblado en momentos porque se requiere un alto índice de corrupción para que nos pase todo esto que vivimos.
Los acusados tampoco se han quedado callados, mientras «El Rey» Zambada los señala en Nueva York, donde declara como testigo de la fiscalía en el juicio a «El Chapo» Guzmán, los políticos de acá de México que aparecen implicados de inmediato dan la cara para desmentir, para decir que están tranquilos y sin problemas, que todo es falso.
Para desgracia de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y ahora el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, la gente no les cree ni el padre nuestro, todo lo que dicen sólo es usado en su contra, en memes y chistes que corren todo lo largo y ancho del país tratando de hacer mella en la conciencia ciudadana.
Ignoramos cuánto va a durar el juicio contra «El Chapo» en Estados Unidos pero seguramente medio mundo de la política estará preocupado mientras tanto.
Para el futuro gobierno, el de Andrés Manuel López Obrador, el tema debe ser analizado en la agenda, desde lejos parece que les trae una noticia buena y otra mala porque por un lado les van a exigir investigar a todos los implicados, llegar al fondo, y por el otro les allana el camino y le bajará presión a su estrategia de seguridad para el próximo sexenio, a qué nos referimos, pues a que la militarización disfrazada en una Guardia Nacional será entendida por la sociedad como la única opción que existe.
Ahora, ¿son los militares y marinos pulcros, honestos al cien y efectivos en el combate a los delitos que se cometen en la sociedad civil?, la respuesta es clara, les falta mucho para ser lo que necesitamos en México, se han manchado desde que salieron de los cuarteles a la fecha y la creciente violencia los delata pero algo es indudable, son las instituciones con mayor credibilidad y confianza en el país y con lo que ahora sucede, con los señalamientos de Zambada a los civiles que han tenido a las policías bajo su mando, pues crecerán los bonos de la milicia.
Lo más triste, de lo que dice Zambada, es que terminará por matar toda confianza que le tiene el pueblo a las instituciones de seguridad, todo el mugrero que sale a flote servirá para que el pueblo termine por aceptar algo que no está bien como es militarizar nuestra nación, y no es sano por todos los riesgos que eso conlleva pero además porque en 10 años que llevan en la calle no se ven los resultados que quisiéramos.
Sí, sí hay un mugrero pero también hay temas que se tienen que resaltar, como cuando el mismo Zambada declara que ellos intentaron matar a José Luis Santiago Vasconcelos, quien era subprocurador para el tema del combate a la delincuencia organizada, “porque no ayudaba a nada ni a nadie, porque no aceptaba sobornos”, eso es lo que se debe ponderar, que no todo está perdido aunque así parezca.

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