Crédito a la palabra
25/09/2018 – Dejó de ser amigo.
Jugó con los sentimientos y la esperanza del desvalido, que era su más preciado tesoro, lo último que le quedaba, a golpe de engaños y promesas incumplidas.
En la frustración y la impotencia, por toda salida la víctima reaccionó con orgullo y desprecio.
Ahora todo está a prueba, producto de la desconfianza generada.
En Tamaulipas hace dos años no ganó el PAN, perdieron las prácticas alevosas y criminales del unipartidismo; de eso también se trató el triunfo de MORENA en las elecciones de este año.
Cada que se incumple un compromiso, el coraje renace, se alimenta y crece.
El poder en todas sus manifestaciones -político, económico, de la fuerza y el terror- perdió las consideraciones del conglomerado; la palabra perdió crédito y hoy, uno y todos, están a prueba, para ajustarles las cuentas cuando sea preciso.
Electoralmente, los plazos se cumplen pronto; en el trayecto de una elección a otra es que se multiplican esas sentencias lapidarias del voto; en lo personal, otros son los reclamos y el juicio de la historia trasciende a las generaciones.
En este momento, las negociaciones en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, respecto del reparto de las comisiones legislativas, pretende ser, en la maraña de intereses en juego, el termómetro para medir otras proyecciones.
Para los efectos domésticos, la atención se centra respecto de los senadores de la República de este origen, pretendiendo prolongar a esos espacios una pretendida lucha por la aún lejana sucesión gubernamental.
Desde el pasado proceso electoral, ya se decía que en la elección del Senado, el PRI, el PAN y MORENA, ALEJANDRO GUEVARA, ISMAEL GARCÍA y AMÉRICO VILLARREAL ensayaban en campo la elección estatal del 2 mil 22.
Ya sin el tricolor, hay quienes quieren pensar que la comisión que eventualmente lleguen a presidir el panista y el neomorenista, significará la plataforma desde la que se lancen en pos de la pieza electoral mayor tamaulipeca aquellos.
Por el antecedente mediato, por la posición geográfica y por los intereses particulares de temporada, se habla por igual de las comisiones de Marina, de la Frontera Norte y de Energía, como el pretendido objetivo de los paisanos en la Cámara Alta.
Por supuesto, la escena nacional no necesariamente se mueve en función de las aspiraciones o proyecciones domésticas, remitidas a una serie de resortes donde convergen las regiones de provincia, con las pretensiones centrales.
Con ISMAEL están los buenos oficios del liderazgo político estatal y su ascendencia en la cúpula partidista, los que además, precisan consistencia en el tiempo si la aspiración sucesoria es efectiva.
En el caso de AMÉRICO, pesa el dominio partidista en las Cámaras, para lograr un buen acomodo en el reparto de las comisiones, agarrado de las consideraciones que el liderazgo nacional pejista presuntamente le ha extendido.
Pero hay otros vectores incidentes actuales, de corto y largo aliento, empezando por la tradición de la reyerta que ha caracterizado a las izquierdas, en las que se formaron para disputar al adversario, pero terminaron por aplicarlas invariablemente en su cotidianidad.
En esos tironeos está ahora la asignación de las comisiones en las Cámaras, entre los propios, antes de ir a la “conciliación” con los de enfrente.
Pero AMÉRICO no acaba de consolidar su proyección hacia la candidatura para la sucesión estatal, cuando le siguen brotando por doquier competidores y si bien, a él no se le considera en las praxis de la descalificación, no se podría asegurar lo mismo de otros.
De rudos, técnicos y exóticos, en el rin de MORENA camino de la nominación mayor estatal ya asoman el rostro el ex candidato a la gubernatura HÉCTOR MARTÍN GARZA, el inminente coordinador de las delegaciones federales JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL y los alcaldes de las principales municipalidad conquistadas en la comalada, Madero y Matamoros, ADRIÁN OSEGUERA y MARIO LÓPEZ.