Cena de Negros

El regreso a clases…

15/08/2018 – Envueltos en el huracán de la política, en las adivinanzas de quien llega a los puestos de poder con ya sabes quién y los que se van e incluso preocupados por precios de la gasolina, el dólar y otros gastos, los tamaulipecos parece que no nos enteramos de lo caro que resultan los útiles escolares, las cuotas escolares y hasta uniformes y zapatos que ofrecen muchas escuelas en forma obligatoria.
Obvio, si quien paga no reparó en dicho gasto o apenas puja o se queja en el feis para puntualizar abusos, pues las autoridades correspondientes están peor, hacen como que la virgen les habla ante cada reclamo, ante cada denuncia que se presenta, más si éstas son informales, sino pregunte donde es que anda la Profeco o qué han hecho en la Secretaría de Educación.
Negocios en el regreso a clases los hubo por todas partes, primarias, secundarias, bachilleratos que obligan a sus alumnos en que tienda comprar los uniformes a cambio de un porcentaje de ganancia que dejan las comercializadoras a cada institución y que nadie sabe dónde va a parar, luego de ello las escuelas de tiempo completo le siguen con los proveedores de los alimentos en ese mismo círculo vicioso y se cierra la decepción con la incapacidad de los padres de familia por conocer en qué se invierte el dinero de las inscripciones.
Por supuesto que los padres de familia deben participar en la educación, estar pendientes de los avances o retrocesos de sus hijos, aportar cuotas para que los niños estén cómodos en lo que resulta ser su segunda casa, también es una realidad que los papás ven con buenos ojos esa acción de aportar sin embargo la gran mayoría se frena porque nadie les informa cómo se invierte el dinero que entregan casi sin chistar.
Otra dificultad o problema es que en las primarias hacen falta trabajadores sociales capaces de distinguir quien tiene y en qué medida puede pagar las cuotas, es decir, que sepan condonar esos apoyos o canjearlos por trabajo en la institución a quien no tenga dinero con el objetivo de que los niños no paguen los platos rotos y se vean obligados a cambiar de escuela como ahora sucede.
El caso es que el próximo lunes regresan a clases los niños del nivel básico de educación, lo harán como cada año, con muchas ganas, también los padres regresan a las escuelas, e igual que los niños, con muchas ganas aunque muchos de ellos todavía con los problemas económicos que causa el comprar todo lo que se necesita para la escuela.
Vaya, el regreso a clases debería ser una fiesta, celebrar que nuestros hijos tendrán en el futuro la oportunidad de no mezclarse con delincuentes y menos vivir pobres, que tendrán oportunidades de vivir dignamente, así debería ser pero es una lástima que muchas de las mamás y algunos papás todavía llegan sufriendo al primer día de clases porque no encontraron la etiqueta verde pálido que les pidieron para el cuaderno que utilizarán los niños en los problemas de sumas de la tarea de matemáticas, porque ha de saber que en muchas escuelas los maestros llegan a esos excesos, en fin, claro que hay cosas que corregir pero espero que a usted le haya ido muy bien en este tema y sonría que será la mejor inversión que vaya hacer en su vida por sus hijos, así que ya no se estrese con este regreso a clases…
En otras cosas… Los programas de apoyo al campo instrumentados por el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca consolidaron la producción de sábila con aproximadamente 4 mil 250 hectáreas sembradas que permite seguir ocupando la primera posición a nivel nacional como productor de esta planta y convertirse así en una opción exitosa de reconversión de cultivos.
El municipio de González con una superficie sembrada cercana a las mil 900 hectáreas, seguido de Jaumave con 650 aproximadamente son los mejores productores de la planta, lo que la convierte en un cultivo con excelente perspectiva de crecimiento, ya que no requiere mucha inversión y la producción estimada de la planta a nivel estatal oscila entre los 157 o 158 mil toneladas al año, donde al menos cinco plantas procesadoras que operan en la entidad están listas para recibir y/o transformar la hoja de sábila.
El comercio más común de la planta es que se vende la hoja como tal, el procesador toma esa hoja y la puede transformar en varios productos, ya sea como filete de gel, pulpa, concentrado o hay quien lo puede hacer polvo; cada transformación tiene un mercado diferente, pero la gran mayoría de esto es para exportación hacia Estados Unidos y Europa.

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