Cena de Negros

Sueños de mariguana…

20/07/2018 – Algo de temor se siente por el discurso que ofrece la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, al hablar de la probable legalización de la mariguana con el argumento de atacar la inseguridad, ciertamente sus dichos son ambiguos, para quedar bien con quienes aplauden todo indicio de legitimar la comercialización de la hierba pero el peligro estriba en que quien será la segunda persona más poderosa del país casi acepta que caeremos en tal eventualidad.
Palabras más palabras menos, lo dicho por Sánchez Cordero son invitaciones a la legalización de la mariguana con la tesis de que se deben respetar los derechos humanos de las personas y de que las políticas restriccionistas han fallado al grado que nos tienen sumidos en la violencia e inseguridad.
Por eso el riesgo es grande, porque muchos políticos y organismos de la sociedad han planteado legalizar la comercialización de mariguana en su uso, como ellos dicen, recreativo, ándele, como si matar o enloquecerse fuera un asunto de diversión.
También existen políticos que al pronunciarse en contra de la legalización de la mariguana argumentan lo que hasta hoy nadie puede negar con estudios científicos como prueba, que una persona bajo los efectos de la mariguana no está en sus cinco sentidos y que hasta para manejar sería peligrosa, pero cada vez son menos los que sostienen esa teoría.
El caso es que a personas bajo los influjos de la mariguana las hemos visto matar por un regaño de la madre, igual por noticias nos hemos enterado que hubo una joven que le sacó los ojos a su hijo argumentando que el diablo se lo ordenó, también hay registros en los archivos policiacos de muchachos que asesinan a sus abuelos para robarles y seguir con sus vicios que no son otros que seguir consumiendo mota.
Y por supuesto que es falsa la idea de que legalizar la mariguana bajará la criminalidad, al contrario, solo se dará una herramienta más en la defensa de los asesinos, secuestradores, ladrones, quienes podrán alegar ante las cortes de justicia que no estaban en sus cinco sentidos cuando cometan los delitos, o peor aún, los pueden hacer más sanguinarios.
A juicio propio la legalización de la droga para consumo personal debe entrar a debate cuando ya se pudo garantizar la seguridad de todos y como último paso, es decir, una vez que se haya curado a los millones de adictos, se tenga control de la juventud y que la misma esté enterada de lo que puede ocurrir si se hacen adictos a estas sustancias, cuando el gobierno logre cumplir su objetivo de tener un pueblo educado y en paz.
Hoy las drogas legales son el arma asesina de los muchachos, mueren miles de niños y jovencitos en accidentes de tránsito donde se mezcló el alcohol y el volante, en un pleito por cigarrillos, en desmanes causados por el excesivo consumo de alcohol, entonces, agregarles mariguana en ese cóctel podría ser fatal, sería algo así como ponerle una pistola en la frente a miles de inocentes.
Ojalá llegue la cordura y el sentido común a los políticos, que entiendan que legalizar el delito no es acabar con el problema sino simplemente cerrar los ojos para pensar que no pasa nada, ojalá los legisladores no salgan con la jalada de los derechos humanos de las personas adictas y los privilegien por sobre los derechos de los niños que podrían ser enviciados, de personas sanas que van a morir a manos de quienes anden bajo los influjos de la maléfica, entre otras cosas.
El pronunciamiento es no a la legalización de la mariguana y ojalá usted no se distraiga ni se duerma, que esté pendiente para rechazar todo intento por hacerlo, de verdad, piense en nuestros niños para entender que no podemos quedarnos cruzados de brazos.
En este momento los políticos, disfrazados de visionarios, nos quieren sembrar la idea de que regularizar la venta de mariguana sería quitarle el negocio a los cárteles, pura falsedad e hipocresía o de verdad no saben lo que dicen, en su cabecita no les cabe la idea de que despenalizar el uso de la mariguana equivale a ponérsela en la mano a tanto muchachito que podrá transportarla a placer y ya bajo los influjos de la maléfica dedicarse a matar y descuartizar a sus víctimas, a secuestrar y a cometer otros delitos que la autoridad no puede frenar.
Da tristeza como los políticos pro legalización no ven la enfermedad del país al grado de que nos quieren dañar más, que no puedan darse cuenta que la mariguana, según estudios médicos, no surte los mismos efectos en las personas, que lo mismo hay quienes la controlan y disfrutan hasta muchachos que han matados a sus abuelos o una mujer que le sacó los ojos a su hijo porque andando drogada “le habló el diablo” para pedírselo.
Lejos de legalizar la droga como lo pretenden muchas voces de la sociedad, lo que necesitamos es un buen proyecto de nación donde la impunidad y la corrupción se reduzcan a cero, se pueda eliminar la pobreza extrema, esa que mata de hambre a nuestros niños, luego de ello que se provoquen oportunidades para todos.
Si, también es urgente implantar un programa de información del daño que causan las drogas, curar a tanto muchacho que ya está en las garras del vicio, porque tal vez resulte muy caro para el gobierno mantener a un drogadicto en la cárcel pero a la sociedad nos cuesta mucho más tenerlos en la calle, además, ya es tiempo que los jueces se obliguen a sentenciar a curarse, a rehabilitarse, a los adictos, que lo hagan bajo la inspección de la autoridad o tutores, eso, sería despenalizar su uso pero ya es diferente a mejor legalizarla y poner la droga en la mano para que así deje de ser un delincuente.
Lo dicho, estos políticos nuestros ahora pretenden acabar con el crimen legalizándolo, al rato nos dirán que hay muchos secuestros o levantones, que será mejor legalizarlos para acabar con ellos.
Nuestros políticos andan bien locos y pa´mí que ya es tiempo de hacerlos aterrizar, decirles quien manda y restregarles en la cara los problemas que causan con sus mariguanadas, con sus propuestas que, seguramente, han de nacer bajo los efectos de algo extraño, son patrocinadas con dólares sucios o de plano son sueños que provoca la mariguana… quien lo sabe.

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