Sufren niños por su detención en Texas

Agencias 16/04/15.-Los niños inmigrantes que están confinados en un centro federal de detención en Texas actúan con apatía luego de meses de estar encerrados y bajo control disciplinario, dijo ayer una mujer hondureña que fue liberada recientemente de la instalación junto con su hijo de 2 años.

Panorama
Kenia Galeano, de 26 años, indicó durante una pequeña protesta efectuada frente a una céntrica Catedral que los niños están sufriendo a consecuencia de la prolongada detención en el centro de 500 camas localizado en Karnes City. Pero las autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) han dicho en ocasiones anteriores que las instalaciones disponen de varias áreas de juego y escolares donde los niños y otros ocupantes pueden moverse con libertad. San Antonio, Funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) dijeron que revisarían las preguntas formuladas por The Associated Press sobre el estado emocional de los niños en Karnes, pero no dieron respuesta ayer.

Crisis migrante
Decenas de miles de migrantes centroamericanos entraron en Estados Unidos por la frontera con México a mediados del año pasado, la mayoría de ellos mujeres con niños y menores sin compañía de un adulto. Kenia Galeano, quien entró sin permiso al país en noviembre y estuvo detenida más de cinco meses, dijo que los niños no están habituados a estar restringidos a las instalaciones del centro y que tienen problemas con los rígidos horarios para comer y tomar clases. Indicó que los alimentos que les proveen, como vegetales recalentados y pollo con piña y naranja, son extraños para ellos. Galeano dijo que su ex compañera de dormitorio, Delmy Piñeda Cruz, ha estado detenida casi ocho meses con su hijo de 11 años, quien se niega a ir a la escuela, se esconde bajo las sábanas y dice entre lágrimas que quiere irse. “Los niños sienten que están en una prisión”, dijo Galeano. “Y sufren”.

Supervisión
En septiembre, el ICE organizó una visita a las instalaciones, que son administradas por el Grupo GEO, un operador de prisiones. Durante la visita se pudo ver a niños inmigrantes que jugaban futbol y tomaban clases en las que les leían historias en español. Las autoridades han defendido el centro anteriormente, y han dicho que los niños reciben clases todos los días, tienen tiempo para jugar en el exterior y que los detenidos cuentan con acceso libre a Internet, televisores y un salón de belleza, todo mientras los tribunales procesan sus casos. A pesar de estas comodidades, Galeano fue una de más de una veintena de mujeres que hace casi dos semanas concluyó una huelga de hambre en el Centro Residencial para Familias de Karnes, ubicado al sureste de San Antonio, donde se aloja en su mayoría a mujeres y niños de Centroamérica que entraron al país sin permiso y ahora solicitan asilo. En febrero, un juez federal emitió un interdicto preliminar contra la política del ICE de detener a madres y niños sin derecho a fianza. Desde entonces, a las mujeres se les han impuesto fianzas de entre 7 mil 500 y 15 mil dólares, montos que no pueden pagar, de acuerdo con abogados de inmigración. Asimismo, las mujeres que se sabe han entrado al país en otras ocasiones sin autorización no reciben derecho a fianza.

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