Marco A. Vázquez
02/03/18
Oxigenar…
Por décadas, quizá de toda la vida, en la política hay formas que no necesariamente significan el fondo de las acciones de gobierno.
Así, cada que renuncia un secretario o un funcionario estatal o municipal, e incluso cuando un candidato “declina” en sus aspiraciones se menciona en el respectivo boletín oficial que lo hizo por motivos personales, hasta el lenguaje se revisa protegiendo siempre la buena relación o el evitar rupturas innecesarias entre quienes se quedan y los que se van y los que llegan.
Lo cierto es que en el 95 por ciento de los casos las renuncias son a petición de quien tiene el poder, digo, sería tonto pensar que un secretario de Estado renunciaría por voluntad propia a un sueldo superior a los 125 mil pesos más la posibilidad de ejercer cientos, quizá miles, de millones de pesos en presupuesto y el poder que otorga el mismo.
El tema viene a colación porque Luis Felipe López Castro acaba de renunciar a su cargo de secretario de Seguridad Pública en el Estado de Tamaulipas, el boletín oficial detalla que es llamado a otras tareas por la Marina Armada de México, en una entrevista que ofreció en palacio el aludido menciona lo mismo y agrega que solo se separará de su cargo cuando haya un sustituto y mientras tanto se hace responsable del actuar de la Policía Estatal.
Por lo que dicen unos y otros quizá este sea uno de esos casos del 5 por ciento que renuncia por convenir a sus intereses, ahora sí, por motivos personales ya que será encomendado a otra tarea, igual, tal vez sea otro caso más del 95 por ciento de funcionarios a los que luego de cierto tiempo les piden la renuncia y se les da las gracias de la mejor manera posible eso no lo sabremos nunca.
En lo que es imposible especular es en el trabajo de Luis Felipe López Castro porque lo sentimos, lo sufrimos, en muchos casos notamos los avances y en otros pocos lo disfrutamos.
Desde el punto de vista de quien deja el cargo es un hecho que se avanzó y él dice que en poco tiempo se notarán los cambios, luego justifica su labor argumentando que no pudo regresarnos la paz que teníamos antes del año dos mil porque fueron décadas en las que creció la violencia y la inseguridad con la complicidad de muchos políticos del pasado y por lo tanto era muy difícil eliminar de la noche a la mañana todo indicio de crimen.
“Hay avances en las carreteras que son más seguras, también estamos logrando el control de los penales”, dijo.
Desde lejos se pueden reconocer que se hizo mucho en algunos temas, quizá tenga razón cuando habla que en los Ceresos nunca se había metido mano, también cuando afirma que los delitos en las carreteras han disminuido, tal vez olvidó que por primera vez se ve en los hechos a policías estatales combatiendo o deteniendo delincuentes del crimen organizado, sin embargo su trabajo no pasa de ser regular, siguen los actos de violencia, continúan problemas en las calles de muchas ciudades del Estado y por esa simple razón es difícil darle una aprobación a la chamba que desempeño.
Cierto es que por primera vez un funcionario puede tener la verdad en su boca cuando anuncia que se va porque ha sido requerido para cumplir otra función pero más verdad es que la salida del secretario de Seguridad Pública en el Estado ya era necesaria, que son tiempos de cambio en la administración pública, de reforzar el trabajo y de continuar por el camino de recuperar la confianza de la gente sobre las acciones en la materia.
Los números son fríos, los resultados no necesitan interpretación alguna, el titular de Seguridad Pública hizo un trabajo regular, con deficiencias en algunos aspectos, con aciertos en otros, se agradecen sus servicios en el Estado pero más se agradece que lleguen nuevos personajes con experiencia en el área y que, nomás por el simple hecho de cambiar, dar pie a oxigenar todo lo que ocurre en materia de seguridad pública y la oportunidad de seguir recobrando la confianza en el sentido de que existe voluntad de cambiar las cosas…
Por cierto y para que se haga un análisis real de las cosas le dejo la información oficial al respecto… para atender un llamado de la Marina Armada de México, de reincorporarse al servicio a fin de desempeñar otras encomiendas, el Vicealmirante Luis Felipe López Castro, dejará la función de Secretario de Seguridad Pública de Tamaulipas (SSPT), en la cual llevó a cabo importantes acciones para reestructurar esa dependencia, fortalecer a la Policía Estatal y mejorar el sistema penitenciario.
El Gobernador del Estado, Francisco García Cabeza de Vaca, agradeció al Vicealmirante su apoyo y entrega en la encomienda que desempeñó en la SSPT desde el primero de octubre de 2016.
En próximos días se confirmará quien será designado en la SSPT, a propuesta de la Marina Armada de México. Mientras tanto, el Vicealmirante López Castro continuará al frente.
Cabe mencionar que el Vicealmirante López Castro estaba comisionado por la Secretaría de Marina y se encuentra en el servicio activo.