CENA DE NEGROS

Marco A. Vázquez

05/01/18

Una buena lección…

Unos 20 años atrás, en las instalaciones de la Policía Preventiva Municipal de Ciudad Victoria me tocó entrevistar niños, mujeres y hombres indocumentados, si mal no recuerdo provenían de El Salvador, Honduras, Guatemala y hasta un brasileño, eran poco más de 50 y todos viajaban en un autobús que fue interceptado cerca de esta capital por el Instituto de Migración.
Sobra decir que en aquel tiempo México, Tamaulipas en especial, era un paraíso para todos ellos, cruzar era relativamente fácil, quedarse a vivir en un municipio de la frontera cuando solían ser capturados por la migra también, por eso es que las lágrimas se asomaban en casi todos ellos, más en los hombres adultos que veían perder sus años de trabajo invertidos en un «pollero» que tuvo mala suerte.
¿Cuánto le cobraron?, se le soltó pronto la pregunta a un señor que viajaba con su esposa y una niña.
-“Fueron 18 mil por los tres”, dijo llorando, quien esto escribe de inmediato le dio la razón a las lágrimas, en aquellos tiempos el monto significaba un año de trabajo en México por lo que se quiso saber cómo los había obtenido, -son muchos pesos, ¿no?-, “dólares, nos cobraron en dólares”, replicó.
De ahí se desencadenó todo, cuando habló de dólares había que multiplicar el monto por el tipo de cambio y preguntarse lo que en aquellos días parecía tontamente, ¿por qué si tenían tanto dinero no se quedaban en su terruño como todos lo anhelamos?
“Vendí unas tierras, también junte dinero trabajando y todo se fue en esto, ni para comer dejamos pero, si puedo y quiera Dios que así sea, volveré intentar el irme para Estados Unidos, allá (en El Salvador, si mal no recuerdo) o te mueres de hambre o te matan de un balazo, juntamos ese dinero con mucho miedo y sacrificio para irnos a Estados Unidos pero no podíamos ponerlo a trabajar, ni una tiendita, ni sembrar, ni que supieran que lo teníamos, ni nada porque nos lo quitan los delincuentes y nos matan”.
La historia viene a colación porque este fin de semana se interceptaron un par de camiones que en sus cajas llevaban 208 indocumentados centroamericanos a los Estados Unidos, las historias son similares y la lección para todos nosotros también.
Miré, este México lindo y querido sigue siendo un país que expulsa mano de obra a Estados Unidos y no solo eso, ya también es una nación que tiene algunas regiones donde no se puede trabajar e incluso donde solo pueden ocurrir dos cosas, que te mueras de hambre o te maten de un balazo.
De los hechos tenemos que aprender, observar que Centroamérica no supera sus problemas, ahí el llamado y es por nuestros hijos, por todo lo nuestro, tenemos que entender que no podemos permitir nos suceda lo mismo en México y vayan a pasar 20 años sin que nada cambie.
Los hechos nos tienen que llevar a pensar en lo nuestro, a entender que ya es tiempo de meternos en la política, México vive un proceso electoral que será de las últimas oportunidades para cambiar y hacerlo de manera pacífica por lo que debemos aprovecharlo.
¿Piensa que el chico maravilla puede salvarnos?, ¿Le atrae ya sabes quién?, ¿presiente que Meade si está preparado?, adelante, tome una decisión pero no solo los vea a ellos, entienda que no gobiernan solos, que será muy importante la Cámara de Diputados y los Senadores, que ahí también debemos tomar decisiones, sobre todo, ver a los amigos de cada uno de los aspirantes para saber si seguimos pensando igual o es pura necedad la nuestra.
En el caso de Tamaulipas igual habrá elecciones municipales, en este caso será más fácil la decisión porque muchos de ellos ya son alcaldes que se quieren reelegir, nomás hay que ver si dieron resultados, si están trabajando, si salen a la calle o prefieren la comodidad de sus oficinas, si han cumplido sus promesas, pero sobre todo, pensar si los otros lo pueden hacer mejor.
Resultados y su historia, eso es lo que debe buscar en cada aspirante a un puesto de elección popular.
El tema de los 208 centroamericanos que fueron asegurados, que pudieron haber perdido la vida huyendo de su realidad aunado a la historia de aquellos países es una buena lección, la tenemos que asimilar pronto para que se vean los resultados en julio porque sería muy triste que en algunos 10, 15 o 20 años las cosas en nuestra tierra siguieran igual nomás por nuestra apatía o torpeza de cansarnos, de hartarnos, de la política.

 

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