LOS HECHOS

José I. Figueroa

02/10/17

Cuando estábamos peor

En el Palacio Legislativo, al final de la prolongación del boulevard Praxedis Balboa, frente a la monumental Águila, que con el Polyforum, la nueva Torre de Gobierno, el recinto ferial, el Archivo Histórico y el complejo registral y Oficina Fiscal componen la Unidad Gubernamental construida hace dos sexenios, el Gobernador rindió su Primer Informe de Gobierno.
FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA refrendó cada uno de los compromisos pronunciados en su campaña y toma de posesión, con las reiteradas advertencias de que habrá castigo contra quienes dispusieron ilegalmente del erario público, recuperando esos haberes al pueblo, como los otros arrebatados entre particulares.
El Gobernador se cuidó de no aludir a la ejecución de obras hechas con presupuesto de los municipios y de la federación; de hecho no se dio la tradicional retahíla de cifras y marcos referenciales a la inversión que se hubiera hecho en estos campos.
La escasa obra no se debió sólo a la novatez característica de inicio de sexenio, cuando hay pocos proyectos ejecutivos propios y se desconfía hasta de la sombra del que se fue; antes de irse -de Hacienda- LUIS VIDEGARAY dejó saber su encono para con los tamaulipecos, reduciendo el grueso de la inversión pública federal para Tamaulipas a la operatividad de las paraestatales como PEMEX, CFE y otras.
Por eso las alusiones del Informe fueron más bien enderezadas a la coordinación con los niveles superior e inferiores de gobierno.
En ello se recreó la mayor exposición del jefe del Ejecutivo, aludiendo al tema del combate a la inseguridad, donde los reconocimientos y agradecimiento a las fuerzas armadas fueron reiterados y la celebración de que habríamos pasado del lugar 25 al 19, entre los estados más violentos, según el «índice de paz».
Por sobre las expresiones verbales, la primera comparecencia de GARCÍA CABEZA DE VACA ante el Congreso Local se leyó en los mensajes entrelineados que hablaban de antecedente y prospectiva política y electoral.
La presencia del secretario de Gobernación MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG con la representación presidencial, dibujó de mejor forma lo que en el argot de la política moderna se propala como «gobiernos de coalición», que algunos ven en el horizonte inminente, pero otros más avezados dan por consumado hace tiempo.
Para efectos locales, desde que OSORIO le ganó Tamaulipas a VIDEGARAY y BALTA, aunque a estas alturas no se sepa exactamente con qué motivo.
La mejor definición la dio ahí mismo, entre los invitados, el senador panista JAVIER LOZANO ALARCÓN, al dicho que su candidato para la nominación azul a la presidencia es RAFAEL MORENO VALLE, pero le agrada JOSÉ ANTONIO MEADE, el secretario de Hacienda proyectado en el PRI, «en un escenario de voto útil generaría muchísimas expectativas».
De presencias, ausencias y concesiones, el apartado que en la biblioteca del propio Congreso se hizo al ex gobernador poblano, para que diera entrevistas mientras iniciaba la ceremonia, ofreció otras lecturas a los observadores.
Que si no vino ANAYITA, el dirigente nacional del partido u otros gobernadores vecinos y correligionarios, hubo quien quiso abonarlo a las fracciones provocadas por la asignación de la nominación mayor.
Pero no faltaron las explicaciones, en la mesura por la tragedia del centro-sur nacional, que aquí canceló las ceremonias posteriores al Informe, en Querétaro hasta la comparecencia misma al Congreso y en otros estados círculos de debate del gobernante con líderes de opinión.
Acá los reporteros tras las vallas consiguieron con bullas, que algunos de los personajes desandaran, desviaran la ruta, 20 metros allende, para concederles alguna entrevista desde los accesos al Palacio Legislativo.

 

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