OPTIMUS

Jorge Alberto Pérez González

14/05/2017

PÉRDIDA LA ESPERANZA

Hoy, este espacio debió ser dedicado a la absurda decisión basada en triquiñuelas legaloides, donde la Comisión de Justicia Partidaria del PRI, desechó la inconformidad presentada por Enrique Cárdenas del Avellano.

La usurpadora Aida, mi amiga, debe de sentirse muy contenta a pesar de sus estudios universitarios, pues la razón se la otorgan a la sinrazón, dándole al PRI una imagen de guiñol en el que la mano que los mueve obedece a la traición.

Pero sólo tres párrafos merece, quien siendo abogada acepta que se violen los reglamentos internos, pues demuestra poco compromiso con las leyes, quien se aferra utilizándolas para violarlas sistemática y continuamente.

Lamentablemente para los priístas esto no tiene la menor importancia, cuando Tamaulipas y San Fernando vuelven a ser noticia mundial, gracias al crimen permitido.

No es necesario abundar en lo que ya todos conocemos, cuando el gobierno no es capaz de brindar seguridad, es un gobierno fallido.

Cuando hablo del gobierno, no me refiero solamente al panista de San Fernando o al panista de Tamaulipas, me refiero también al priísta de México.

Más aún, cuando vemos la rapidez con la que se convoca a una rueda de prensa, donde lo sobresaliente fue ver cómo se peleaban la silla del centro el Secretario General de Gobierno y el Vocero de Seguridad.
Desde ese momento de imagen en video, la conclusión es simple, el protagonismo les gana y demuestran a propios y extraños no estar preparados para ejercer cargo público.

Esa rueda de prensa, se fue al caño además, cuando fue publicada la comparecencia de la víctima 25 días previamente a su muerte ante las instancias judiciales para pedir amablemente protección, pues fueron dos los fugados del penal, que estaban ahí precisamente por la denuncia de ella.

No seré yo quien defienda al gobernador de Ustedes, no soy tan atrevido como Chong, pero me queda claro que la lucha en Reynosa es por intereses que van más allá de batallas intestinas, tal vez, sólo tal vez, tengan más cercanía con el control del crimen permitido que con la lucha frontal al narcotráfico y en ese escenario, cuando ya todos se dan cuenta, la pregunta obligada es: ¿Cuándo se van,Sr. gobernador?

Gobernar con una estrategia basada en las inquietudes de las redes sociales ha demostrado que de nada sirve cuando las cosas se hacen mal, cuando la soberbia campea y cuando no se tiene experiencia previa.

Decirle al pueblo solamente lo que quiere escuchar, es una estrategia tan antigua que solo funciona donde la capacidad de raciocinio es limitada por falta de educación académica.

Sé que a muchos no les gusta el análisis que en este espacio se hace, sé que muchos piensan que obedece a línea previamente sugerida, pero ahora entiendo que lo que a muchos indigna no es la exhibición de los incapaces, sino el atentado contra su esperanza.

A fin de cuentas eso significa el voto, la confianza en que con él; mejorarán las cosas, regresará la paz social y progresará el país.

¡Ahora entiendo el disgusto de muchos!

No están enojados con el análisis, están en realidad enojados con el resultado, algo muy similar a lo que sucedió en Matamoros, donde las redes sociales y la sociedad en general, confiaron en que la alternancia dejaría beneficios tangibles.

Craso error, pues ese gobierno de Leticia Salazar, la depositaria de la confianza, terminó igual que los anteriores, pero además, con desprecio absoluto en las urnas y el convencimiento de haber recibido más de lo mismo.

¡Tal vez porque eran los mismos!

En Matamoros tardaron 12 meses en darse cuenta, en Tamaulipas, en 8 meses muchos han comprobado que está PERDIDA LA ESPERANZA.

optimusinformativo@gmail.com

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